Hoy por la mañana, mientras caminaba tranquilamente a la escuela, vi delante mío a Dong Min y San Ha caminando juntos. Comencé a reír para mí misma, ya que esos dos parecían no haber comenzado con el pie derecho, pero esta era la segunda vez que los veía juntos desde ayer. Aún divertida, decidí acercarme a ellos.
—¿Ahora son amigos? —pregunté, divertida.
Al verme, se sorprendieron, pero rápidamente sonrieron.
—Sí —contestaron los dos.
—Ah, entones era por eso que estaban ayer juntos.
Ellos intercambiaron miradas.
—¿Qué fue lo que escuchaste? —preguntaron al unísono.
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*Flashback*Estaba caminando a casa y, como todos los días, volvía por el camino de siempre, el que cruza el parque. Escuché unas voces ruidosas y, al ver bien, vi a Dong Min y San Ha hablando.
—Te ayudaré.-dijo Dong Min.
-¡¿Enserio lo harás?!-preguntó San Ha.
—Sí —contestó Dong Min.
Entonces San Ha se tiró a los brazos de Dong Min y él le correspondió. Estuvieron un rato así, por lo que luego de soltar una risita seguí mi camino a casa.*Fin del flashback*
_______________________—Por cierto, ¿En qué lo ayudarás exactamente? —pregunté, curiosa.
—Con... sus tareas de matemáticas. El pequeño es muy tonto y me pidió ayuda con eso —dijo Dong Min, riendo nerviosamente.
—¡No me digas tonto! —exclamó San Ha, ofendido.
—¿Me ayudas a mí también? —pregunté —. En realidad no soy muy buena en matemáticas —dije, algo apenada.
—Hecho —contestó con su usual gran sonrisa —. Podríamos juntarnos el fin de semana.
—Está bien para mí —contesté.
—Entonces así será —confirmó Dong Min.
—Oigan, yo no he dicho nada aún —protestó San Ha.
—Ok, supongo que seremos solo nosotros dos —Dong Min se dirigió hacia mí.
—¡No! Yo también voy —San Ha se retractó.
—Eso creí —dijo Dong Min, divertido.
Al llegar a la escuela, recordé que en mi casillero podría haber una nota nueva, por lo que volví a apresurarme hasta allí. Abrí mi casillero y nada. ¿Acaso no piensa ayudarme?¿No quiere que lo conozca? Este chico sí que me vuelve loca.
Bufé y golpeé, no tan fuerte, mi cabeza contra el casillero.
—Lo odio... —suspiré, frustrada.
Cerré mi casillero y comencé a caminar hacia mi salón. Los chicos, momentos después de que haya comenzado a caminar, me alcanzaron y, a mi lado, un chico chocó con San Ha y, los libros que San Ha llevaba en la mano, cayeron.
—¡Ten más cuidado! —gritó el chico, enojado.
—¡Oye! Tú chocaste con él, el que debería tener más cuidado eres tú —dije, ahora yo enojada.
La verdad era que hoy no es mi día.
—El niño tiene la culpa —dijo, siguiendo la pelea.
—No, tú la tienes —insistí —. Tú pasaste muy cerca suyo y lo empujaste para poder pasar y no tener moverte, por eso sus libros cayeron.
El chico estaba a punto de seguir la pelea, pero se guardó lo que estaba por decir. Sinceramente, le convenía hacer eso. Como ya dije, mi temperamento es totalmente explosivo, en especial cuando mi día ya empezó mal.
—Discúlpate —dije, aún enojada.
—Oye, está bien —dijo San Ha, por lo bajo.
—Tú cállate —dijimos el chico y yo, al unísono.
—Discúlpate ahora —volví a exigirle.
—¿Qué si no lo hago? —preguntó, desafiante, dando dos pasos hacia mí.
—Ni siquiera yo sé qué haré si no lo haces...
Nos encontrábamos bastante cerca el uno del otro. Por un momento ninguno de los dos habló, solo nos dedicamos a observarnos. Era un chico bastante atractivo. Era alto, no tanto como San Ha o Dong Min, pero sí era más alto que yo. Su cabello era oscuro y llegaba hasta sus cejas, debajo de estas había dos grandes y oscuros ojos. Sus ojos eran verdaderamente profundos y me observaban a mí.
Luego de unos minutos donde el tiempo pareció haberse parado, los dos ya nos habíamos calmado. Entonces, él asintió.
—Está bien —me dijo, y luego se dirigió a San Ha —. Lo siento, fue mi culpa.
El chico volvió a mirarme en silencio por unos segundos.
—Te veré luego —dijo, calmado, para luego darse la vuelta y seguir su camino.
Decidí seguir con mi camino también y me dirigí a mi salón. No estaba segura de si Dong Min o San Ha estaban siguiendo mi paso o no, yo estaba concentrada en mis pensamientos. Mejor dicho, en aquel chico de los ojos profundos. Luego de un rato, se me pasó. El día siguió y lo olvidé por completo.
Al tocar el timbre para irnos, volví a mi casillero para dejar mis cosas. Abrí la puerta de este y de allí cayó un pequeño papel. Lo tomé y miré a mi alrededor, ya que sentía una mirada sobre mí. Entonces, lo vi. Devuelta era el chico de los ojos profundos.
Me dedicó una sonrisa ladeada y se dio la vuelta, dirigiéndose hacia la puerta. Abrí el papel, que estaba doblado a la mitad y lo leí._______________________
Es fácil, siempre estoy pendiente de ti. No puedo evitar mirarte todo el tiempo, ¿Acaso no notas mis miradas?
-Cachorro alto-
_______________________Mi corazón comenzó a latir rápidamente y mis mejillas comenzaron a arder. No pude evitar sonreír como una tonta al pensar en sus palabras. Pero, entonces, pensé en él, el chico de los ojos profundos. Volví a voltearme hacia la dirección en la que acababa de verlo parado, pero ya no estaba allí. Había desaparecido entre la gente.
En ese momento una nueva pregunta había surgido en mi mente y no salió de allí en el resto del día, ¿Podría ser él?
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He's That Child • [San Ha y tú]
FanfictionAunque intente negarlo, ella aún lo espera. Su mejor amigo de la infancia no la abandonaría así como así ¿verdad? Eso se confirma cuando encuentra aquella nota en su casillero. No puede evitar sospechar de los chicos que comienza a conocer, pero...