Capitulo 7

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-Atención. Código rojo -alerto uno de los hombres por la radio- Tenemos a Elizabeth con una herida en el vientre. El paradero de la señorita Cambell es desconocido. Repito...

Las palabras se desvanecieron para Jericho, que estaba concentrado en captar los aromas en el cuarto. La fragancia de Faith, combinada con su miedo y la sangre, le tenían al borde. Fuera de ello pudo identificar cuatro machos. Uno de los cuales le hizo gruñir. El olor de Len era el más intenso,  ya que utilizaba un perfume fuerte y distintivo. Ellos se movieron llevándose a su compañera con ellos, y sabia exactamente por donde habían salido. 

No iba a dejarlos escapar. Con ese pensamiento, abrió furiosamente las puertas metálicas de los baños individuales de una patada. En el segundo cubículo , pudo ver un pequeño agujero, que había sido abierto estratégicamente entre las paredes. El olor del miedo de Faith era fuerte.
Sabia que Trey lo estaba siguiendo cuando paso con dificultad por la pequeña abertura, logró salir al callejón donde había un automóvil gris, que emprendió marcha rápidamente frente a sus ojos.

-Por aquí- Trey puso una mano en su hombro y lo dirigió rápidamente al SUV más cercano a ellos.

Sin perder tiempo, la camioneta se dirigió a toda velocidad hacia la carretera en la dirección que habían tomado el automóvil. Jericho iba en asiento de atrás mientras Trey manejaba. Fue difícil dar alcance al otro auto, por lo que aceleró enérgicamente aunque la costara mas de quinientos dolares en multas de tránsito.

Jericho podía sentir el atronador pulso en sus oídos, mientras la adrenalina se encargaba de ponerlo alerta. Tomó una de las escopetas escondidas en el asiento trasero, paso al asiento del pasajero y abrió la ventana. 

-No pensaras en disparar en pleno día ¿verdad?

Le contesto con un gruñido - Acércate más, lo estoy viendo

-¡Joder! Jericho piensas en esto. No puedes simplemente dispararles en plena calle. 

-Me importa un mierda, Trey. acércate al puto auto- Se encontraba dispuesto a lo que sea con tal de recuperar a su preciada Faith. 
Sacó medio cuerpo por la ventana y apunto a la parte trasera del automóvil

- Escuchame. Podrias dispararle a alguien inocente. Incluida Faith. Ella está en ese auto. -Las palabras del humano petrificaron a Jericho. Bajo el arma rápidamente.
El pánico le estaba jugando una mala pasada. No podia pensar más allá de conseguirla segura, a como de lugar.
-Los tenemos. Están delante. Por la cuarta. Si llegan a la autopista tendremos problemas. -Trey hablaba por el radio. Podía ver el esfuerzo del humano por no perder de vista su objetivo. 
-Acercate más.
-Bueno. Por si no lo has notado. No estoy  jugando a las muñecas aquí.- Jericho le ignoro
-Tengo un plan. Acercate lo más posible. -
Sacó rapidamente su cuerpo por la ventana, tomando un firme agarre en los relieves del techo, y se impulsó con las piernas desde adentro para sacar todo su cuerpo por la ventan.
-¡Estas loco!. Joder- Bramó Trey- Esto no es un maldito árbol. Estamos en movimiento.
Sin hacer caso, Jericho subio rapidamente al techo del SUV. Era difícil consegir agarre y mantenerse en posición. El viento se sentia como pequeños alfileres perforando su piel, pero lo peor de todo el escozor en sus ojos, que le impedia la vision.
Se bajo lentamente del techo para quedar en vertical, apoyado sobre la ventana, con cuidado de no obstruirle la vista a Trey en el interior. Podia escuchar su voz amortiguada por el viento. Pero no entender las palabras.
Miró fijamente el auto frente a ellos, y agradeció a Trey el acercarse tanto. Casi estaban a dos metros de la parte posterior del vehículo. Le seria fácil llegar.
Doblo las rodillas, y simplemente dio un salto al aire, que le hizo caer pesadamente en el techo del auto de Faith. Apenas tuvo tiempo de agarrarse de la cornisa del techo, antes de caer. Con los brazos se arrastro con dificultad hasta poder dar un duro golpe y fragmentar el vidrio del pasajero.
Escucho un maldición y un disparo. Antes de que el auto volteara bruscamente a la derecha casi enviandolo fuera.
El vehículo dio un para de vueltas saliendo de la carretera y chocando rudamente contra un árbol. El movimiento envió a Jericho fuera sobre su espalda, dando tumbos por el césped. Tardo dos segundos en levantarse y dar zancadas desesperadas hacia al auto maltrecho.
Olio la sangre y la muerte en el aire, lo que hizo a su corazon detenerse de puro miedo. Abrió la puerta de atras deseperadamente. No habia nada.
Rugió. -¿Donde esta? - 
La idea de haber seguido al auto equivocado, le paso por la cabeza he hizo su sangre helarse. Tenia que encontrarla.
-El maletero- la suave sugerencia de Trey que sacaba a los mal heridos hombres del auto, lo hizo moverse rápidamente hacia la parte de atrás.  
Abrio la cajuela del vehiculo solo con sus manos abollando el seguro.
La vision de la mujer lo dejo momentáneamente congelado.
Faith estaba encongida en una posicion extraña con sangre machando casi todo su rostro.
La sacó del auto con las manos temblandole. Un sonido sordo retumbo en su garganta. Y la acuno suavemente contra su pecho. Tenia que sacarla de ahí, ya que olia a gasolina y era probable que explotará. Ademas queria tenerla deseperadamente entre sus brazos.
Las piernas apenas le sostuvieron antes de colapsar bajo su peso, y teminar con su dulce compañera en su regazo.
El sonido de las sirenas se escucho a lo lejos. Jericho sólo pudo poner su rostro entre el cuello de su compañera para no desmoronarse de pura desperacion. Le desató con cuidado, las gruesas cuerdas que mantenían sus muñecas tras su espalda. Gruño, al ver la piel maltratada y magullada, en moretones y raspaduras. Lamió suavemente lo peor de su herida, sin importarle lo que pensarán los humanos a su alrededor.  Sentía la fuerte necesidad de atender a su pareja.
-Pequeña- murmuro entre su cabello cubierto de sangre-despierta para mí. Por favor, Mi Faith.
-Jericho-la voz de Trey le hizo levantar la cabeza. -Has presión sobre su herida. Debió haberse abierto. -Le paso un pedazo de tela, que Jericho puso rápidamente  en contra donde recordaba estaba su antigua herida. -Calma. Ya viene la ayuda
Nada podía calmar el adolorido corazón de Jericho. Sentía la sangre bajar por su propia frente, y tenia probablemente dislocado el hombro derecho donde había aterrizado. Pero nada de eso importaba ahora. El sufriría mil tormentos si eso significaba que Faith abriera los ojos.
-Vamos a hablar te lo prometo-la voz se le quebró, mientras oprimía el trapo sobre la cabeza de la chica-No importa nada. ¿Me entiendes? Eres mía sin importar nada. 
Sabia que los humanos se estaban arremolinando a su alrededor con sus cámaras, para inmortalizar el momento, y los reporteros no tardarían en llegar. Quería rugirles que se alejaran. Sus instintos estaban en la superficie. Sentía la piel recalentada y los músculos tensos por la adrenalina, pero sobretodo un inmenso sentimiento de protección por la hembra en sus brazos. Podía oír su pulso, pero era débil y estaba perdiendo temperatura rápidamente.
-Trey! Ayuda ¡ahora! - algunas personas hicieron exclamaciones por su rudo tono. Que apenas era más que un rugido.
-El helicóptero ya viene. No la llevaremos con los humanos
Jericho estuvo de acuerdo, estaban cerca del Homeland y era mejor idea tenerla protegida entre sus muros.
No paso mucho tiempo, antes de que llegara gran parte del grupo de seguridad y la policía humana. Los sonidos del helicóptero sobre volando cerca se escucho.
-Vamos, Jericho. Tenemos que llevarla rápidamente. No tenemos permiso para quedarnos mucho tiempo en tierra.
Jericho se movió mecánicamente donde le indicaban y agradeció, que no intentaran arrebatarle a Faith de los brazos. No se creía capaz de soltarla.
El helicóptero había aterrizado a unos metros del accidente. Él se alivio de ver a la doc Ali sentada esperando junto con el enfermero humano. Subió de un salto a la cabina. Que no tardo en emprender vuelo.
-Ponla aquí- ordeno Ali señalando la camilla en medio del helicóptero.
Con renuencia a separarse, Jericho la deposito suavemente, pero tomo su manos para tener contacto con ella, mientras Ali trabajaba.
-Salvala, Ali. Ella es mía
La doctora no pareció sorprendida por su declaración, mientras seguía sus signos vitales.
-Ella estará bien -le sonrió- Nada le pasará a tu compañera.
Con un brusco asentimiento, Jericho trato de encontrar tranquilidad en las palabras de Ali. Pero le fue imposible. Toda esta pesadilla habría acabado, cuando su Faith abriera sus lindos ojos para él.
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Jerichó- Nuevas Especies Donde viven las historias. Descúbrelo ahora