Melissa Hunter.
Con Liam hace tres semanas que no nos vemos, su madre esta de visita y el no quiere que no me ocurra nada, luego de todo lo que nos hizo pasar el la perdono y ahora estan juntos como si nada, agradezco su preocupacion pero se me ha hecho muy duro estar sin el en estas semanas, los mellizos cada vez estan mas inquietos y mi espalda me esta matando, con su ayuda todo se hacia mas facil.
Ella se va la otra semana pero Liam de ves en cuanto se escapa a verme y a ayudarme un poco con las cosas de la casa, y como ahora vivimos en nuestra casa que es mucho mas grande y amplia que el apartamento anterior la soledad y el silencio se siente aun mas fuerte.
Salí de la casa para comprar unas cosas que se me habían antojado, tome un taxi ya que Liam no me deja conducir.
Me faltaban pocas cosas para ya poder irme cuando me toman del brazo fuerte.
—¿Que haces aquí?—La voz de mi suegra me pregunto, me solté de su mano fuertemente y busque a Liam con la mirada—No esta conmigo.
—Déjame en paz—Quise seguir caminando pero ella puso su pie haciendo que me tropezara.
—¿Embarazada?—Comenzo a reirse, con todos mis esfuerzos intente levantarme, como es que nadie estaba cerca para ayudarme, dos manos me toman por detras, reconoci el olor. Liam.
—¿Que estas haciendo aqui?—Me susurro.
—Estoy bien. gracias—Conteste molesta.
—Ya hablamos de esto, pense que habiamos llegado a un acuerdo—Liam le dijo a su madre.
—Solo hablábamos—Ella dijo.
—Ya, claro—Liam dijo, me voltee, empuje el carro y seguí mi recorrido—¿Donde vas?—Liam me pregunto.
—Seguiré comprando.
—Te llevo a casa, vamos—Dijo caminando a mi lado.
—No.
—Si, vamos—Insistio.
—Ve con tu madre, estoy bien—Le dije, me miro pidiendo perdon.
—Muero por irme contigo a casa—Dijo bajando su mirada.
—Yo también—Suspire—Pero tu decidiste estar con ella, es tu madre, no puedo ponerme sobre ella.
—Claro que puedes, eso es lo que siempre he esperado, pero eres demasiado buena y no lo haces, y por sobre todas las cosas estas por encima de ella, te lo he dicho mil veces que tu eres la mujer mas importante de mi vida—Me dijo.
—Lo se, lo tengo claro. Pero ahora hay dos bebes que vienen en camino y necesitan la atencion de sus dos padres, estar estas tres semanas sola me demostro de cuanto te necesito, lo que mas quiero es que vuelvas a casa.
—Déjame llevarte a casa—Me pidio, le asenti—Perdón ¿Ok? Se que no me tuve que ir por tanto tiempo—Dijo al notar que no decía nada mientras el conducía, mantuve mi silencio—Te juro que hable con ella, me prometió que no haría nada, y por lo que ví, no lo hizo—Dijo, lo mire extrañada.
—No, no hizo nada. Solo causo que me tropezara y caí al suelo, pero no es que estuviera embarazada de ocho meses ni nada—Le dije molesta—Se que es tu madre ¿Pero no puede estar sola? A lo que voy ¿Tienes que estar con ella día y noche?—Pregunté realmente molesta.
—La veo máximo tres veces al año, quería aprovechar que estaba aquí—Se justifico.
—Por lo menos hubieras dormido en casa, por si quieres saber los mellizos están bien y muy inquietos—Dije mirando hacia la ventana evitando el contacto visual, solo recibí silencio, seguí mirando por la ventana, cuando en mi panza siento como mis bebes se mueven, puse mi mano en ella sintiendo un poco mas cerca ese contacto.
—¿Que se siente?—Liam hablo.
—¿Que se siente que?—Le respondí sin dejar de mirar por la ventana.
—Tener una pareja, ni siquiera una pareja. Tener un prometido tan mierda, que se va por casi un mes dejándote sola en tu embarazo—Hablo, sentí su impotencia.
—Odio que te sientas así...
—Es lo menos, no me puedo imaginar todas esas noches solas—Dijo estacionándose, paro el auto y se dejo caer en el asiento. Quite mi cinturón e intenté acercarme a el, pero mi enorme barriga me lo impidió.
—Tu sabes que te amo, y porque te amo te dire esto—Suspiré, el me miro atentamente—No porque sea tu madre necesariamente te tienes que llevar bien con ella, quizás es lo que tu quieres pero no puedes forjar su relación, los dos sabemos como es ella y de lo que es capaz, solo quiero que pienses las cosas por un momento y te plantees ¿Vale la pena?—Le dije, me asintió sin decir nada, le sonreí y me baje del auto.
Espere que el bajara conmigo.
—¿De verdad solo me ibas a venir a dejar?—Le pregunté, se bajo del auto y entro a la casa sin decir nada, lo seguí y cerré la puerta—¿Que pasa?—Le pregunté totalmente confundida, me senté a su lado en el sofá, su cabeza se apoyo en hombro, acaricie su mejilla—Si no quieres hablar esta bien—Le dije, entrelazo mi mano con la suya y la otra la puso en mi panza, en ese momento los mellizos comenzaron a moverse, el sonrió mirándome emocionado. Tomo mi rostro con sus dos manos y delicadamente lo acerco hacia el suyo, solo junto nuestras frentes.
—Te amo—Dijo.
—Te amo.
Me abrazó, me acurruque en su cuerpo, acariciaba mi panza mientras yo con su mano jugaba.
Después de un rato de estar así hablo.
—Lo siento—Rompió el silencio, levante mi mirada.
—Lo se.
—De verdad quería tener a mi madre—El dijo, acaricie su mejilla.
—Esta bien, lo entiendo—Le dije sonriente.
—Promete que no me dejaras ir la próxima vez.
—Te lo prometo, ni la próxima vez ni nunca—Le sonreí, asintió.
—Muéstrame esa sonrisa—Le dije, el sonrió sin ganas, le insistí con la mirada—Porfis.—Le dije, bese su mano.
—Estoy bien—Me dijo.
—Quiero ver esa sonrisa que tanto me encanta—Insistí acercándome a su rostro, saco su lengua, sonreí alejándome, río por mi reacción—Mucho mejor—Le dije, tomo mi mentón y me beso.
—De seguro extrañaste mis pedos en la noche—Dijo, reí.
—Volvió el Liam que conozco, y obvio que los extrañe—Dije sarcásticamente.
—Yo extrañe los tuyos—Dijo, solte una carcajada.
—No son míos, son de estas criaturas de acá—Dije mirando mi panza, el rio y la acaricio.
—Ya los quiero conocer, salgan luego—Le hablo.
—Si, estamos muy ansiosos de que salgan—Dije, Liam me miro sonriente.
—Realmente te extrañe—Dijo, me tire a sus brazos.
—Tu, Liam Harding ¿Prometes amarme, respetarme y no dejarme hasta que la muerte nos separe?—Le dije.
—Lo prometo corazón—Me derretí al escucharlo llamarme de esa forma, me comí sus labios por la ternura.
—Deberías decirme así mas seguido, sentí miles de mariposas en todo mi cuerpo—Le dije, me sonrió.
—Lo hare—Susurro dando paso a un beso lleno de amor y cariño.
ESTÁS LEYENDO
Mis tres amores
RomanceSe dice que realmente sólo te enamoras de tres personas durante toda tu vida, y que necesitamos cada uno de estos amores por una razón diferente