Después del tour, SeHun se despidió de los chicos con abrazo amistoso. Quería llevarse bien con ellos, eran bastante agradables y si conseguía congeniar con ellos podría hacer música muy exitosa. Pero algo había pasado entre el tal Chanyeol y su hermana, y no le olía nada bueno. Se despidieron todos en el parking, yéndose sobre las seis de la tarde. Cuando se quedaron solos los mellizos, Sehun se giró sobre sus pies, miró a Hanie con las cejas juntas y esperó una respuesta con algo de lógica.
— ¿Y bien? ¿De qué conoces a Chanyeol?
Hanie tragó saliva lentamente. Tenía la opción de mentir e intentar librarse del sermón que le echaría su hermano o decirle la verdad y esperar que todo saliese bien.
— Sehun, sabes que nunca te pido nada, pero me tienes que guardar un secreto. Te lo suplico — Hanie juntó sus manos implorando a su hermano.
Sehun sintió que de verdad era algo importante para que ella se pusiese así. Decidió entonces llevarse a Hanie a casa y preparar algo para comer mientras se lo contaba todo.
— Vale, pero me tienes que decir la verdad Hanie, es lo único que te pido.
Cuando llegaron a casa, Hanie se fue directa a la ducha, quería meditar bien como se lo iba a contar a su hermano. Pensar tanto le daba dolor de cabeza, pero fue imposible no dejar de pensar en lo que había pasado. Cuando levantó la cabeza y vio a Chanyeol allí casi le dio algo. Sus ojos negros profundos se posaron en ella como lo había hecho la noche anterior, provocando un ligero alboroto en su estómago. Sin embargo, ahora que lo veía de día y sin sustancias en su cuerpo quedó aún más impresionada. Era muy alto quizás casi un metro noventa, su pelo se veía sedoso provocando un impulso de querer acariciarlo, pero su cara, joder, era como la de un cachorro abandonado. Tuvo que apartar la vista para no ponerse aún más nerviosa.
Sehun por su lado se puso a cocinar unas tortitas en la cocina mientras que su hermana terminaba de asearse. Sabía que algo había pasado entre ellos dos, pero no quería pensar que su hermana había hecho alguna locura. A veces, a su hermana sí que se le iba las cosas de las manos, pero jamás llegaba a ser algo grave pero lo más le preocupaba era ahora cuando Hanbin se enterase de algo y se pusiese otra vez pesado. Sehun sabia de sobra que su mejor amigo estaba loco por su hermana, decidió no meterse, pero era imposible cuando Hanbin estaba todo el puñetero rato preguntado por Hanie.
Sabía que su amigo era completamente inofensivo, pero aun así estaba preocupado porque no había halado de ese tema con su hermana y no sabía si ella sentía algo por Hanbin, aunque después de ver lo que sucedió con Chanyeol, pensó que era imposible que hubiese habido algo entre Hanie y Hanbin.
Su hermana bajó por las escaleras mientras se secaba un poco el pelo con una toalla blanca. Iba con su pijama de conejitos. A veces se acorvaba cuando eran pequeños y su padre les vestía nos dos con un mismo pijama de un conejito azul. Una sonrisa se le dibujó en el rostro. Hanie llegó hasta la isla de la cocina, sentándose en una silla doblando la toalla. Él sacó un par de platos y se dedicó a servir las tortitas de chocolate en completo silencio. Notó que Hanie estaba nerviosa.
— Comienza a desembuchar ya – le soltó Sehun gracia, metiéndose un trozo de tortita en la boca. Estaba impaciente por saber lo que pasaba. Su hermana suspiró débilmente y comenzó a hablar.
— Ayer en SUJU, cuando te fuiste o más bien os fuisteis, me quedé a solas con Hanbin – su hermano levantó las cejas. – Pero no pasó nada. Me puse muy nerviosa y me encontraba bastante mal así que me fui al baño para intentar refrescarme un poco.
— Pero ¿qué pasó con Hanbin? – la interrumpió su hermano.
— No lo sé, no le volví a ver en toda la noche — volvió a respirar profundamente y siguió con el relato. — Cuando salí del baño había muchísima gente bailando y yo aún me encontraba mal. No paraban de empujarme y darme tirones, casi me caigo al suelo si no llega ser por Chanyeol. Me ayudó a levantarme y me estuvo preguntando si estaba bien y si había venido con alguien.
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Unlucky [PCY]
FanfictionPark ChanYeol, líder de Unlucky, creía que su vida estaba solucionada después de firmar el contrato con la agencia de AMP Récords, una de las discográficas más famosas de Corea del Sur. Ahora pensaba que su vida y la de sus cuatro amigos iba a ser...