Ep.7 - No eres mi madre

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Nada podía ir peor de lo que ya iba. En estos instantes, lo único que Oh Hanie quería hacer era despeñarse por un barranco. Todo esto ocurrió unos días antes de la cita con Chanyeol en el café.

Despertó la mañana del viernes con un mal presentimiento en el cuerpo. Su hermano se había levantado temprano (como de costumbre), para ir al gimnasio, así que estaba sola. Pensó en llamar a Yang e ir a desayunar juntas, pero le vino a la cabeza que ahora su amiga estaba demasiado ocupada con el debut como para irse por ahí a tomarse un café.

Hanie se desperezó rápido y bajó a desayunar sus cereales favoritos. Estuvo un rato viendo las noticias de por la mañana hasta que se aburrió y se fue al estudio de su hermano. Sehun y ella vivían en un apartamento muy cerca de la agencia. Llevaban viviendo ahí casi tres años desde que ambos se habían graduado del instituto. Ellos vivían anteriormente con su padre en una casa en Gangnam. Por eso su padre decidió comprar una cosa para que sus dos hijos pudiesen vivir juntos. Era una casa grande con cuatro habitaciones, de las cuales una de ellas se reformó y convirtieron en un estudio para que Sehun pudiese componer y Hanie bailar.

Se puso ropa de deporte y empezó calentando para evitar otro accidente indeseado. A veces a Hanie le daba rabia porque por su estúpida lesión de hombro crónica ya no podía bailar como antes. Ella llevaba tanto tiempo en grupos de danza, que cuando lo dejo se sintió expulsada de ese mundo. En un principio, iba a debutar también junto con Yang y las chicas de Karma (G), pero todo se fue al traste.

¿Qué hubiese pasado si esa lesión nunca hubiese sucedido? Hanie ahora mismo estaría en AMP récords practicando alguna coreografía con sus amigas, llevaría el pelo teñido de algún color estúpido para el concepto del grupo y seguramente ya no se llevaría con algunas personas presentes en su vida.

Antes de empezar a bailar una antigua coreografía que se sabía, recibió un mensaje. Por un momento pensó que podía ser Chanyeol, pero rápidamente lo desecho, ya que el chico no tenía aún su número. Pero ella si lo tenía. Quizás debería agregarlo y hablarle. No, no podía, estaba mal. Miró el mensaje que recibió y para su sorpresa le había escrito Hanbin. El chico jamás le escribía por teléfono.

Hanbin: Hola Hanie, me ha dicho tu hermano que te lleve a la empresa. Paso en cinco minutos a buscarte. Estate lista :)

Eh ahí el mal presentimiento. Si Sehun no podía ir a por ella, es que algo malo sucedía. También vino a su cabeza la conversación del día anterior con su mellizo sobre ese fin de semana. Quizás la bruja de su madre se había presentado en AMP récords y tenían que sacarla de allí antes de que a su padre le diese un infarto al corazón.

Dejó la coreografía para después. Bajó corriendo las escaleras del segundo piso, llegando al salón. Cogió las llaves de la entrada y cerró la puerta con el digito de seguridad. Cuando llegó al portal ya estaba el BMV de Hanbin abajo. El chico bajó la ventanilla.

— Venga Hanie, tenemos prisa. – gritó desde dentro del automóvil.

— No me agobies Han. – respondió con una sonrisa. – Creo que el único que tiene prisa es mi querido hermano.

Entró con agilidad en el deportivo y Hanbin puso el coche en marcha. Si no había mucho tráfico, llegarían en menos de quince minutos. Hanbin comenzó a tararear una canción bastante conocida en el momento.

— ¿Llegaste bien a tu casa después de la fiesta? – dijo de repente, dejando a Hanie congelada en el instante. – Es que como te fuiste y yo la verdad es que no estaba en mi mejor forma. Cuando me levanté por la mañana no me acordaba de nada.

— ¿Nada de nada?

— De absolutamente nada. – el chico rio mientras se despeinada el pelo castaño. – No podéis dejarme beber así, voy a parecer un jodido alcohólico.

Unlucky [PCY]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora