Unlucky [PCY]

Ep.14 - Traición

Chanyeol llevaba unos días muy raro y Hanie lo había notado. Desde que Hanbin venía casi todos los días al estudio de Sehun, Chanyeol parecía un jodido cachorrito que no se quería despegar de ella. Sabía el por qué. Podía sentir los celos de Chanyeol. Joder, incluso Sehun se metía en medio para que Hanbin se separase de ella. En cierto modo le parecía gracioso. Su novio no se comportaba como usualmente lo hacía, pero tampoco hacia cosas de un novio jodidamente posesivo. Solo se pegaba a ella, era más mimoso de lo normal y más atento.

Lo malo también era que sumado a la presencia de Hanbin, que perturbaba el ambiente del grupo y su funcionamiento, también estaba el agobio general que tenían. Y era completamente comprensible, es decir, estaban a escasas semanas de lanzar su disco y les lloverían las críticas. Chanyeol era el que más se estresaba de los cinco. Era el líder, el que llevaba toda la presión sobre los hombros. Un día incluso llegó llorando al apartamento de Hanie porque había discutido con los chicos. Era terrible verle llorar, era como si a Hanie se le rompiese algo por dentro. Le contó que habían tenido una discusión bastante acalorada él y Jaebum que terminó por meter Donghyuk y Sehun para separarlos, porque casi acaban llegando a las manos.

Por eso, Hanie decidió sacarlos ese día de la empresa y darles un respiro. Fueron a una casa de campo a las afueras de Seúl, que había sido de la familia Oh bastantes generaciones. Era preciosa y perfecta para relajar a un grupo de cinco chicos que necesitan un respiro. También vino Sehun alegando que estaba harto de aguantar a su madre y estar todo el jodido día en el estudio. Por ese lado, el tema de su madre también seguía en la cabeza de la chica. Odiaba haber tenido que irse de su casa como una cobarde, pero no se iba a quedar a aguantar los menosprecios de aquella mujer. De ninguna manera. Incluso Sehun pensaba marchase también y mudarse con Yixing a su apartamento. La bruja al final les había ganado la partida. Lo que los mellizos no entendían era porque su jodido padre, no le compraba una casa a su mujer (otra vez) para que ellos pudiesen volver. No les entraba en la cabeza como de estúpido podía llegar a ser su padre.

Otra cosa que tendría que solucionar más adelante era el tema de Hanbin. No quería ser desagradable o maleduca con él, pero necesitaba decirle de alguna manera que cortase esa mierda ya. Hanie no era estúpida y se había dado cuenta de que el rapero rondaba AMP récords por ella, intentando poner de los nervios a Chanyeol con sus coqueteos. Cosa que funcionaba a medias, porque Chanyeol era una persona muy calmada y serena pero que, si lo calentabas más de lo necesario, termina explotando como una bomba. Y él lo sabía. En la fiesta a la que fueron el sábado, invitados explícitamente por Hanbin, se baso básicamente en él sonriendo y agarrándose demasiado, llevando a Hanie de aquí para allá como si de un trofeo se tratase, mientras que el pobre Chanyeol se quedaba en una esquina solo hasta que Hanie podía regresar.

Fue terrible. Ahora se encontraban en el coche de camino de vuelta casa después de pasar el día fuera en la casa de campo. Llevaban un coche de siete plazas. Delante del todo iba Chanyeol conduciendo y de copiloto Hanie. Después estaban Sehun y Donghyuk, y en la última parte, un Yugyeom y un Jaebum dormidos profundamente aplastando al pobre Daniel. Hanie rio por lo bajo, ganándose una mirada de Chanyeol.

— ¿Qué te hace tanta gracia señorita? — preguntó el chico juntando las cejas de una forma graciosa intentando ser atractiva pero que fallaba en el intento. Ella señaló a Jaebum con un hilo de baba colgándole de la boca. — Disculpa a mi amigo el orangután. Cuando le sacamos del zoo, pensábamos que era más normal.

La risotada que soltó Hanie hizo que Jaebum se levantase de golpe y gruñese como un bebé recién despierto. Su cara se conjuro en una mueca bastante cómica que saco otra risa a la chica. Ese chico era demasiado gracioso para su salud. Daniel, al lado de él se pudo mover un poco y coger aire por fin.