Vivía en un jodido sueño. Delante de él se acababan de pronunciar las palabras que quería haber escuchado hace mucho tiempo. Sintió con algo le subía desde el estómago al esófago y como sus hombros se relajan notablemente. Hanie le acababa de decir que sí, que quería ser su novia.
Definitivamente tenia que estar soñando, nunca se hubiese esperado algo así. Pensaba que iba atener que ir un poco más detrás de ella, y no l hubiese importado la verdad, pero sentía que era el momento de responder a todas sus dudas e inseguridades.
— ¿Pu...puedes repetirlo otra vez? — Chanyeol se había quedado completamente pasmado. Hanie rio con la felicidad teñida en su rostro.
— Sí quiero ser tu novia, Chanyeol.
Le dio exactamente igual estar en medio de un restaurante lujoso abarrotado de gente, o que estuviese una mesa entre ellos. Le dio todo exactamente igual cuando se acercó súbitamente a besar los suaves labios de Hanie. No sabia como sentirse. Chanyeol desbordaba alegría por todos los poros de su piel, y ella lo notaba cuando terminaron de cenar. Él chico le cogió la mano y la esa delicadamente. Realmente Chanyeol era todo un caballero. Cayó en la suerte que tuvo al conocerlo esa noche.
Volvieron a casa despacio, metidos en un agradable silencio en le coche mientras sonaba la canción del grupo de Yang. Era una canción melosa pero pegadiza a la vez, que hablaba sobre el amor y mil cosas más que hacían acelerarse el corazón a Chanyeol. Llegaron a casa y como de costumbre, se metieron enseguida en el cuarto, empezando con una sesión de besos. Chanyeol desabotonó su camisa poco a poco mientras besaba delicadamente a Hanie. La chica se sentó en la gigantesca cama mientras el chico se cernía sobre ella dando dulces caricias. Era como estar en el paraíso. Hanie paso las manos por duro abdomen de Chanyeol subiendo por el torso hasta llegar a sus hombros. Este se tumbo en la cama poniendo a la chica encima suya para estar más cómodos. Ahí volvía a aparecer el Chanyeol hijo de puta demandante, de verdad que Hanie no entendía la dualidad cachorro/bastardo en la personalidad del chico. Aun así, le encantaba. Las grandes manos de él recorrían el cuerpo de Hanie con descaro y lujuria, cegado por el deseo de que fuese suya en ese momento. Fue dejando besos húmedos de aquí para allá. En el cuello o en la clavícula. Daba igual donde fuse porque ella se deshacía en pequeños gemidos de placer sin fin.
De un momento para otro, los dos no tenían ropa. Fue maravilloso, no había otras palabras. Hanie amaba los gemidos roncos de Chanyeol en su oído, sus manos tocándola con deseo, pero a la vez con cuidado y respeto, su pelo ondulado castaño completamente revuelto. Chanyeol también amaba la ligera risa de Hanie cuando le daba besos por el cuello, su suave piel o aquel brillo en los ojos que tenia cuando solo lo miraba a él. Ninguno se estaba dando cuenta, pero cada día se enamoraban más y más el uno del otro.
[...]
El mes se había acabado antes de que Chanyeol podía imaginar. Llevaba ya un mes con Hanie y podía decir sin ningún problema que había sido uno de los mejores de su vida. También estaba muy contento porque todas las demos ya habían sido grabadas y la verdad es que al disco solo le quedaban unas dos semanas para que fuese lanzado. Ese día concretamente tenían una sesión de fotos para ir haciendo el photobook del álbum. Eran auténticos ídolos coreanos. Un coche, que más bien parecía una furgoneta que utilizaban para secuestra personas les vino a recoger a las nueve en punto de la mañana. Ni les dejaron desayunar ni nada. Hanie esa noche la había pasado en casa de Chanyeol. Hace un par de semanas la chica consiguió un pequeño piso con ayuda de Yang, así había días que dormía allí, otros con Chanyeol y otros era el quien iba allí. Sinceramente a él le gustaba más ir al piso de la chica porque se sentía menos observado por los otros.
Los llevaron a un edificio, que resultaba ser una agencia de modelos. Ya allí, una mujer que ni se presentó les metió corriendo en un camerino y comenzaron a peinarles y maquillarlos para la sesión.
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Unlucky [PCY]
Fiksi PenggemarPark ChanYeol, líder de Unlucky, creía que su vida estaba solucionada después de firmar el contrato con la agencia de AMP Récords, una de las discográficas más famosas de Corea del Sur. Ahora pensaba que su vida y la de sus cuatro amigos iba a ser...