Sehun se quedó perplejo cuando llegó hasta dónde estaba Hanie. La encontró sentada en el helado suelo, hecha un auténtico desastre mezclada entre lágrimas y sollozos audibles. La levantó del suelo y la metió en el coche. No podía llevarla a su casa, seguramente no quería estar sola y SeHun se olía que había sido algo de Chanyeol, así que no le quedó otro remedio que llevársela adonde estaba viviendo ahora él. Avisó a Yixing por el camino para que no se sorprendiese al ir a casa.
Cuando llegaron, le tendió una taza de té con miel caliente, tal y como a ella le gustaba. Aun así, tuvo que espera un rato a que tranquilizase. Estaba embadurnada en lágrimas y su pelo estaba armado en un pequeño moño. La casa de Yixing era grande comparada con el nuevo piso de Hanie. Era cálida y acogedora, justo lo que la chica necesitaba ahora.
— ¿Qué ha pasado Hanie? — su hermano se sentó a su lado en el sofá color crema. — Chanyeol..., ¿te ha hecho algo?
— Ha sido el hijo de puta de Hanbin — soltó el insultó sin ningún reparo, mientras se sorbia los mocos y se limpiaba las lágrimas con el dorso de la mano. — Había quedado con el para dejarle de una maldita vez las cosas claras, y creía que era así hasta que coge y me besa delante de Chanyeol.
— ¿Qué? — la cara se le ensombreció de repente. —Voy a matarlo. ¡Le dije que se apartase de ti! — gritó Sehun levantándose de repente. — Aparte de gilipollas, también es sordo al parecer.
Sehun respiraba ajetreadamente. No podía reprimir la rabia y la impotencia que sentía en esos momentos. Había advertido a Hanbin, se lo había avisado y ahora pagaría las consecuencias.
— ¿Y Chanyeol que ha hecho? Supongo que partirle la cara, ¿no?
— Ha salido corriendo, he intentado ir detrás de él, pero Hanbin me ha retenido. Le he intentado llamar, pero... Pero tampoco me lo coge. — volvió a comenzar a sollozar de nuevo recordando como los oscuros ojos de Chanyeol se cubrían de lágrimas por su culpa. —Sehun, él se puso a llorar. Le he traicionado, jamás me lo perdonará.
— Hanie, no seas dramática. Chanyeol te ama y tu lo sabes. Está dolido, eso es todo. Creo que deberías esperar a que la cosas se calmen un poco. No estará en su casa, habrá huido a cualquier sitio. — razonó el mellizo. — Más tarde instaré hablar yo con él. Ahora descansa, te quedaras aquí a dormir.
— De acuerdo Sehunnie. — no quería rechistar, así que aceptó sin decir nada más. — Gracias, por todo.
— No las des hermanita. Para algo estoy, ¿no?
[...]
Salió corriendo de allí. Corrió todo lo que sus pulmones le permitieron. No quiso mirar atrás, porque sabía que si lo hacia no podría moverse de allí. Chanyeol no se creía lo que sus ojos habían visto. Esas últimas semanas, Hanbin le había estado molestando más de lo normal. Le susurraba cosas como: Hanie no te quiere, no se porque esta contigo, ella me quiere a mí. Eso minaba más y más la poca autoestima que tenía Chanyeol. Era muy inseguro, tenía miedo de que Hanie un día le dijese que quería romper con él. No sabía cómo, pero eso era lo que a veces le hacia despertarse en medio de la noche, bañado en sudor. Temblaba incluso cuando entraba en pánico. Se sentía como un niño pequeño a veces, sentía que dependía demasiado de su relación, y eso también le aterraba.
Cuando sus piernas cedieron por el cansancio no sabía donde estaba. El teléfono no había parado de sonar en todo el rato, por eso lo apagó mientras se limpiaba las gruesas lágrimas que resbalaban por sus ojos. Odió la cara de satisfacción de Hanbin, su sonrisa petulante. Lo odiaba todo en él. Se encontraba en una zona residencial, rodeado de enormes casas y algunos parques adornados por pequeñas farolas. Caminó hasta encontrase un banco donde sentarse y tranquilizarse.
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Unlucky [PCY]
FanficPark ChanYeol, líder de Unlucky, creía que su vida estaba solucionada después de firmar el contrato con la agencia de AMP Récords, una de las discográficas más famosas de Corea del Sur. Ahora pensaba que su vida y la de sus cuatro amigos iba a ser...