Capitulo 9-. Tres Semanas

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Narración Omnisciente

Bill después de algunas horas desmayado, bueno no fueron hora si no días enteros desmayado, confundido, sin tener algún sueño fueron fuera de lo comun, solo soñando con aquella ladrona, el y ella viviendo en un gran paraíso, con destrucción, con todo tipo de torturas a sus alrededores, mientras que veían como la gente suplicaban por su vida, no les importaba a ellos dos, y los mataban sin piedad, ella luciendo un gran vestido amarillo, con unas rosas negras y rojas como estampado del vestido, demostrando la belleza de la maldad, pero por mala suerte de nuestro demonio triangular, todo era un simple sueño, ya se estaba acabando, empezó a abrir los ojos.

Bill-. Ladrona... - empezó a mirar a los lados para ver en donde se encontraba, estaba en su cierto, lo sabía porque tenía una gran foto de él en una pared.

Se empezó a levantar muy confundido, mientras que no sabía lo que estaba pasando, mirando todo con una cara tanto adormilada y con una expresión muy confundida, solo bosteza y se estiraba un poco, al terminar de estirarse solo se rasco su nuca mientras que intentaba recordar que era lo que había pasado, mirando a los lado vio una nota, con curiosidad la agarro.

Bill-. ¿Y esto?... Bienvenido al juego Bill... Vaya una carta de una admiradora... Sé que no lo recordarse mucho de lo que paso antes...Tranquilo al leer todo esto lo recordaras... Bueno lo que te quería decir, estas empezando el juego, desde que despiertas empieza el juego, así que no te preocupes de los días que llevaste tanto tiempo dormido, estoy no tan oculta, pero un poco si, me reconocerás rápido, cuando veas o recuerdes de algunas palabras que te dijeron los Pines, tienes tres semanas, por cierto, perdón por arruinar tu Raromagedon... ¿Mi raro que? O si... Mi gran tesoro, mancho las alfombras, la destruiré después... Posdata Perdón por dispararte... ¿Dispárame?... Atentamente la Ladrona - la abrió sin muchas expectativas y al ver lo que decía solo no se acordaba para nada, empezó a leerlo, pero al estar adormilado no se acordaba de nada.

Veía con algo de confusión la carta, aun rascándose la nuca y bostezando, mirando la última palabra, acaso le pego tan fuerte que ya no se acuerda lo que paso, todo piensa que es una broma, que tuvo una gran fiesta que ya ni se acuerda lo que paso antes, hasta que se repetía una y otra vez la última palabra de la carta, preguntándose quien era.

Bill-. ¿Ladrona?... Ladrona... Ladrona... Eh... ¡EH!, ¡LADRONA! - al ya recordar todo en un instante empezó a gritar como... el... -

Bill por fin recordó todo, aunque se impacto tanto, que empezó a moverse, puso su mano en la orilla de su cama, lo que ocasiono que no se sostuvo tan bien que su mano resbalo, sin tener tanta inteligencia el demonio en estos momentos, solo se quería agarrar del aire que lo rodeaba, pero no obstante solo se cayó de la cama, dándose un buen golpe en la cabeza, mirando el techo todo adolorido.

Bill-. Ladrona... ¡¿Donde estas?!... Ven aquí ahora mismo... - recordando lo que decía la carta sobre un disparo, se levanto rápidamente.

Se levanto de golpe, mientras que se quito su gabardina y subía su camisa, para ver que era lo que le paso, sobre el disparo, pero no podía verlo, porque no era en un estomago donde había recibido el disparo si no en su corazón, empezó a desbotonarse la camisa, y viendo que le había sucedido en su torso, solo veía algo morado, pero no lo podía visualizar tanto, por lo que rápidamente, se fue hacia su espejo, grande, mas grande que el.

Bill-. ¡¿Que es esto?!... - Se veía en el espejo, mientras que se ponía mas pálido de lo que estaba antes, mirándose en el espejo, con tanta confusión.

Lo que tenia Bill, era una marca, una marca morada, de un corazón, con una flor enterrada, encerrada en un pentágono, era chico, pero era muy notorio, Bill se empezó a tallar la marca, pero no se quitaba para nada, solo sin dirigir nada de lo que estaba pasando al pobre demonio que estaba, en un gran aprieto, y todo por un simple juego, que tendrá que completar.

Bill-. Esto es raro... Espera... ¡El Raromagedon! - poco a poco el demonio estaba recordando tantas cosas, gritando como un demente, solo salió rápido de su cuarto.

Al salir, no estaba el gran salón de su Raromagedon, solo trago en seco, caminando más adelante, pensando en donde estaba el, y en donde está su hermoso Raromagedon, al no conseguir muchas respuestas, en ese lugar solo empezó a caminar, aunque se veía algún portal en una puerta, que era la puerta de la salida, inquietado por saber que era solo empezó a dirigirse en ese lugar.

Bill-. No... ¿Que está pasando?... ¡Ladrona!... Maldita sea... No... ¡No! ... ¡Por que esta Gravity Falls sin mi Raromagedon! - empezó a gritar enojado, al ver lo que pasaba o los que sus ojos estaban viendo.

Y si era... Gravity Falls sin un Raromagedon, como si todo lo que sucedió no paso, Gravity Falls de nuevo con la gente pasado por las calles, niños corriendo de la emoción, al parecer nadie recordaba nada, lo que no entendía que era lo que estaba pasando ahora mismo, Gravity Falls, parece que se devolvió el tiempo, a un tiempo donde sus planes eran arruinados por los Pines, viendo con enojo Bill, miro a un lado del portal una nota, solo la arranco con furia.

Bill-. Otra nota... Hola Bill, si esto te lo debía de decir antes pero se me olvido... Si serás... Bueno lo que te iba a decir, devolví el tiempo tres semanas antes de tu gran Raromagedon, para que tengas tiempo y que sea más divertido el juego... Si que le gusta divertirse... A demás tómalo como una gran ventaja, podrás saber más secretos de mí y así me podrás conquistar, nadie recordara lo que paso después, así que tranquilo, aun puedes completar tus planes, yo solo fingiré que no te conozco, cuando este con alguien, para mas emoción, Oh por cierto, lo de la marca que tienes en el torso... Eso... - Bill se quedo callado mientras que leyó lo último.

Puso su mano en su corazón, mientras que miraba aquel portal con un gran rostro de miedo, y terror pareció que leyó una gran mala noticia que lo va a perjudicar.

Bill-. Ahora... Me ha robado literalmente mi corazón...

Una Ladrona y Un Demonio (Bill Y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora