MARATÓN!

402 15 0
                                    

Capitulo 15

Todo el camino nos mantuvimos en silencio salvo por las órdenes que, de rato en rato, yo iba dando sobre una ruta que debía seguir: acá a la derecha. Izquierda. Vuelta  en u. De frente.

Alicia manejada mirándome de reojo seguramente pensando: «¿A dónde diantres me está llevando esta niña?»

— Aquí es — dije después de un rato y tener una casa grande, blanca, de dos pisos — estaciónate debajo de ese árbol, así no se dan cuenta de que estamos acá.

Ella se quede unos segundos contrariada, confundida, aturdida. Instante en el que aprovecha para, lentamente, sin hacer ningún movimiento brusco, apagar el carro y sacar las llaves.

Las tomé con los dedos y me las puse entre las piernas.

— ¿Sabes quién vive acá? — los ojos Alicia despidieron terror. La mire fijamente, intenté entrar en ellos. —Respuesta correcta, adivinaste — controlé el temblor de mi voz y tome aire. — Quiero que entres y diga digas que no vas a volver a tener sexo con él.

— ¿Qué? Lucía, no puedo hacer eso...

— ¿Por qué no?

— Porque nosotros teníamos un pacto y no lo quiero romper.

Metí una mano entre las piernas, saqué las llaves y me bajé del carro.

Alicia vino detrás de mí.
—Lucía, espera, ¿a dónde vas? No puedo hacer lo que me pides. Yo tenía un trato con él.

La mirada de Alicia me fulmino la espalda y me detuve sin voltear. No podía echarme atrás en un momento como éste. Por primera vez que tenía el control de la situación. Me quedé parada, sintiendo el viento erizarme los pelitos del brazo. Miré la calle vacía, a lo lejos un señor paseaba un labrador marrón.

HAY UNA CHICA EN MI SOPA©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora