CAPITULO 5

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Me senté en uno de los muros que rodeaban el patio y abrí el papel que tenía en la mano:

**** Hola, tú no me conoces, pero yo si a ti. Te he visto salir varias veces del salón de arte (el mío está a lado) y me preguntaba si quería ser mi novia, me gustas mucho en verdad. ¿Quieres estar conmigo?
Marca: Si No
Tomás.

Cerré el papel y me quedé mirando a mi alrededor. Los niños seguían corriendo de un lado al otro, como siempre, y el sol brillaba con los últimos rayos del verano. Mire detrás de mí y vi la oficina del director. Las persianas cerrándose. Volví la mirada al patio traté de identificar al niño que me había mandado esa carta, Pues yo no conocía ningún Tomás.

Pensé en Alicia. Evoque su cara en la pérgola, sus manos en mi nunca que me guiaban y decían «acá no debes jugar». Sentí un escalofrío recorrer mi cuerpo. Una sensación extraña, distinta de cualquier otra que hubiera podido sentir hasta entonces. Profundice en el momento ,me hundí en la situación, y por segunda vez, sin saber por qué no pude evitar sonreír.

HAY UNA CHICA EN MI SOPA©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora