MARATÓN

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Capitulo 13.

Eran las 7:15 de la mañana, las clases aún no habían empezado. Yo acababa de llegar y me había sentado en la banca a mirar a los demás niños jugar a las chapadas, o a esperar a que me llamarán a jugar fútbol. Esa mañana, a diferencia de las otras en las que no me provocaba jugar por los efectos anestesicos del sueño, sí quería participar en los juegos del montón. Aunque fuera de arquera; necesitaba pensar en algo que no fuese sexo. El del director para ser exactos. Me repugna a pensar que yo debía hacer eso en algún momento de mi vida con un chico. Me repelía la imagen, el de hecho. Me hacía pensar en una película porno. En ese tipo de películas que una niña a los 11, simplemente, no quiere ver.

Inconscientemente mis pies me habían llevado a sentarme a una banca y me encontraba girando en todo ese torbellino de pensamientos, cuando vi que alguien se me acercaba por la derecha, cuando me volteé, tarán.

— ¿Podemos hablar?

Levante la mirada. Observe su rostro ojeroso. Sentí un dolor en medio del pecho, como si algo dentro de mí se detuviese se estuviese encogiendo.

— Lucía... porfa... no digas nada.

Me quedé en silencio. Ella también. Los niños seguían jugando como si nada. Se quedó parada frente a mí. El sol brillaba sobre nosotras.

— En verdad lo siento. Siento que me hayas tenido que ver en una escena como esa. — Movió la cabeza de un lado a otro como si buscara valor en alguna parte de su sombra. — ¿Hay algo que pueda hacer por ti?

Sólo en ese momento dejé de escuchar escrutar el suelo y levante la mirada.

HAY UNA CHICA EN MI SOPA©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora