{3} Planes

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[ Sábado 24 de Octubre, 2015 ]






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Una de mis cosas favoritas a observar era la comodidad que Sebastián transmitía al estar junto a mis amigos, que ahora, él podía llamar libremente suyos, también. A veces sentía estar viviendo un sueño y que aquella importante interacción, era solo producto de eso y era en realidad, un imposible, como hace seis años. Pero, no podía estar más equivocada. Ahora, me parecía notar una necesidad de ambas partes por compartir y sentirse a gusto los unos con los otros. Nada me podía hacer más feliz que eso.

—En cuanto a eso...— extiende Elise, recibiendo el puñado de cerezas que le acerco, volviendo a tomar un poco con una de mis manos del árbol mientras le observo atenta. —Con Patrick nos hemos dado plazo de un mes para buscar un lugar donde vivir. La verdad es que ya tenemos algunas opciones, así que, supongo que será rápido escoger.— la noticia me toma por sorpresa, ya que no había visto a ninguno de los muy preocupados por avanzar con aquello, pero al parecer, me equivoco en eso también.

Le regalo una amplia sonrisa a mi hermana, pidiéndole que me contara más sobre aquellos lugares que ya tenían vistos. Unos minutos después, Sam llega por nosotras, reclamando que las cerezas estaban demorando mucho. Volvemos con los demás, quienes igual que nuestra amiga, estaban ansiosos por las cerezas recién recolectadas. Asi, lo que queda de tarde la disfrutamos entre risas, juegos y más comida y vino, encontrándome cómodamente entre los brazos de Sebastián casi una hora después de que nuestros amigos se marcharan.

—Están ya buscando un lugar.— digo tomando una de las pocas cerezas que quedan del plato. —Elise y Patrick. Se han puesto de meta un mes.

—¿Lo cual significa?— dice y alzo mi mirada enseguida con tremenda provocación. Le observo y meto dentro de mi boca la jugosa, dulce fruta.

—No sé lo que significa.

—Yo tampoco, entonces.— contraataca con la intimidante intensidad brillando en sus ojos azules, contrastando idílicamente con la semi sonrisa que sus labios luchan por ocultar.

Enseguida, ambos reímos en voz baja. Vuelvo a observarle, esta vez con una expresión más encantadora, viendo su mano acerca una cereza a mis labios. La atrapo y la disfruto con las mismas ganas que las anteriores.

{ III } SUEÑOS CONFIABLES  (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora