[ Viernes 25 de Diciembre, 2015 ]
El almuerzo familiar navideño de este año habÃa quedado a cargo de Elise y Patrick, recibiéndonos a todos con el entusiasmo que los caracterizaba en la armonÃa y calidez de su nuevo hogar. Como de costumbre, mi mejor amigo nos deslumbra con sus impresionantes dotes para la cocina mientras Elise, por su parte, descansaba de los estragos que su ya avanzado embarazo ponÃa para ella, tratando de sobre manera mantenerse jovial y participativa en todas las interacciones.
—¡Justo ahÃ!— alardea ella, abriéndose sus ojos mieles como plato. —¿Lo sientes? ¿Cómo no puedes sentirlo?— recrimina inmediatamente, mientras toma mi mano y la posiciona un poco más profunda contra la carne de su prominente barriga.
No puedo evitar mi mueca de completa consternación a lo que hace, queriendo detenerla, pero siendo su llamada de atención un gruñido tan severo que me mantiene quieta en mi lugar y entonces, lo siento por fin. El suave movimiento que proviene de su vientre se siente como un pequeño oleaje golpeando contra la piel, seguido de lo que mi hermana clasifica como una dura patada. Con la emoción estancada en medio de mi pecho, sonrÃo amplia y dolorosamente.
—¿Salvaje, no es as�— la expresión en el rostro de Patrick es de una mezcla perfecta entre emoción y orgullo, no siendo capaz de responderle cuando me encuentro nuevamente embelesada en un nuevo movimiento de mi sobrina/sobrino.
Al desaparecer mi mejor amigo de mi visión, es Sebastián quien la cubre por completo. A un lado de nosotras, sosteniendo su propio peso contra el umbral del marco del gran comedor, él nos observa y tan serena como es la oscuridad en su océano azul, lo es la belleza de su suave sonrisa. Tan fascinada como que me encuentro aún, él mantiene su atención en mÃ, escuchando la pequeña interacción que tengo con mi hermana sobre tan alucinante acontecimiento.
—¿Qué tan salvaje se sintió?— sus palabras son susurradas con gracia y exageración contra mi cuello, sintiendo sus brazos aferrarse alrededor de mi cintura con prominencia y devoción, la misma con la cual sus labios vuelven a tocar mi piel al dejar suaves y pequeños besos en zonas increÃblemente sensibles.
Desde detrás de la alacena de la cocina, tenemos una vista panorámica a todos los demás, con exclusividad a mi hermana y Patrick quienes rÃen libremente a palabras que obviamente son incomprensibles para nosotros.
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{ III } SUEÑOS CONFIABLES (EN EDICIÓN)
Teen Fiction✓ ❝estamos destinados a estar juntos...❞ Cuando la felicidad se siente ser para siempre, se nubla nuestra capacidad de percibir los peligros que pueden estar acechándonos. Aún cuando los secretos han sido compartidos, Catherine y Sebastián siguen...