[ Domingo 20 de Diciembre, 2015 ]
A las nueve de la mañana hora local, el avión aterrizaba en un nublado despertar. Un poco somnolienta me aferro al brazo de Sebastián tanto al bajar de nuestro transporte como al ingresar al auto que nos lleva directo al hotel. Aquí, acompañados por James, se hacen las diligencias necesarias y ya acostumbradas, sintiéndome un poco más despierta cuando por fin podemos subir al ascensor. Encantada por su cercanía, me mantengo aun entre sus brazos, escuchando las breves palabras que comparte con su guardaespaldas, como también con el botones en lo que me parece un más que perfecto alemán.
—¿Un baño?
—Sería esplendido.— contesto recargando mi cabeza contra su torso, recibiendo la dulce y tibia caricia de sus labios en mi frente enseguida.Cuando las puertas del ascensor se abren, el botones lo anuncia y James toma nuestro equipaje. Tras salir el guardaespaldas, lo hacemos nosotros, siendo inmediatamente cautivada por la gran habitación. De igual manera a todo lo visto en la gran recepción del lugar, cada espacio relucía elegante y bellamente. Al hacer Stella su aparición desde un cuarto adjunto, mi deseo por descubrir más del lugar se intensifica.
—Espero que haya sido un vuelo agradable, señor.— la ejecutiva voz de Stella se escucha robando mi atención y sabiendo que estaba a punto de presenciar otra breve interacción entre ellos.
—Para mi estuvo fantástico.— escucho de parte de Sebastián con la serenidad acostumbrada, teniendo sus ojos azules en mí, seguidos por la verde mirada de Stella. —¿Para la señorita Perret?— su picardía es evidente, obligándome a contener mi ansiosa sonrisa de la manera más magistral en que puedo.
—Estuvo fantástico para mí, también. Muchas gracias.— mi respuesta va dirigida únicamente a ella, recibiendo de su parte una sonrisa que me deja ver lo placenteras que mis palabras le han parecido.
Inmediatamente, como lo ameritaba su role, Stella enumera las actividades para el día, siendo agradablemente sorprendida con el hecho de que no había mucho trabajo. Mientras terminan de afianzar pequeños detalles de lo mismo, me escabullo a la habitación siguiente, de donde Stella había aparecido, encontrando un magnífico comedor con todo lo imaginable, incluida una vista extraordinaria hacia la ciudad.
—Pensé que disfrutarías la vista.— su voz interrumpe exactamente eso, cerrando lentamente la puerta del balcón que esperaba pudieras disfrutar en algún momento.
—Es preciosa. Como todo esto.— digo apuntando alrededor de la habitación con espacios grandes, muebles y decoraciones bellísimas y una gran cama matrimonial en medio. —Solo pensar que todo este lugar es el doble del tamaño de mi departamento es una locura.
—Es la mejor y más cómoda.
—No tengo duda de eso. Y es fantástico. Es lo que te gusta.
—¿A qué te refieres?
—A tener lo mejor. Y agradezco que quieras compartirlo conmigo.— digo sinceramente y sus brazos terminan por atraparme.
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{ III } SUEÑOS CONFIABLES (EN EDICIÓN)
Novela Juvenil✓ ❝estamos destinados a estar juntos...❞ Cuando la felicidad se siente ser para siempre, se nubla nuestra capacidad de percibir los peligros que pueden estar acechándonos. Aún cuando los secretos han sido compartidos, Catherine y Sebastián siguen...