Durante nuestro viaje de vuelta al hogar de los Leverton, Delora y yo nos mantuvimos en silencio. Ni si quiera silbaba esta vez, ni tampoco caminaba a mi lado en su forma humana. La bruja se había transformado de nuevo en una muñeca y yo la llevaba entre mis brazos, apretándola ligeramente contra mi pecho inconscientemente. Como las dos íbamos en calladas, no pude evitar sumirme en mis pensamientos.
Me pregunto qué dudas tiene Delora y también cómo podría si quiera ayudarla a resolverlas.
Tras echar un rápido vistazo a mi alrededor vi que nadie nos seguía, por lo que descendí mi mirada a mi regazo un momento y dije:
— Delora...
— Princesa... —las dos habíamos hablado a la vez y nuestras voces habían quedado superpuestas— Está bien, tú primero —accedió la bruja, pero al ver que yo me la quedé mirando en silencio cambió de parecer— ...O no. Creo que empezaré yo, entonces. —Delora carraspeó— Quería disculparme contigo —sus palabras me asombraron tanto que por poco no se me cayó al suelo su frágil cuerpo de porcelana— No luzcas tan sorprendida. Soy capaz de admitir cuándo me equivoco. Esa es una lección que necesitas aprender también, aunque eso lo dejaremos para otro día. —su mano de porcelana se movió hasta posarse en uno de mis dedos, el cual palmeó gentilmente— Sé que has estado trabajando en romper tu maldición y sé que has puesto mucho esfuerzo en ello. También sé por qué es difícil para ti conseguir hacer tres buenas acciones. Quiero que sepas que en el fondo quiero que lo logres, princesa.
— La mayor parte del tiempo no lo parece —dije, con tono seco.
— ...Lo siento —dijo Delora— Nunca te habría lanzado esa maldición si creyese que no eres capaz de romperla, Lucette. Realmente confío en que serás capaz de lograrlo.
Las dos continuamos avanzando hacia el camino que llevaba hacia la casa de los Leverton. Nada más llegar a la entrada, me detuve abruptamente para mirar de soslayo a la extraña sombra que había cerca de la puerta. Con gran rapidez me aparté del camino y me escondí detrás de lo primero que encontré: un frondoso arbusto.
Está demasiado oscuro como para verle bien, pero ¿acaso ese es...?
Delora no parecía haber visto lo que yo, y distraída por la conversación continuaba hablándome como si nada.
— Más importante aún, debes romper tu maldición —decía la bruja— Es vital que lo hagas tan pronto como te sea posible. Hay muchas buenas razones por las que yo...
Al ver que no se callaba, coloqué mi mano sobre su boca y la silencié de inmediato. Lo que menos nos convenía era que la persona que había frente a la casa de Fritz nos descubriese por su culpa. Apenas tuve un segundo para ocultarla en mi bolsillo cuando la sombra empezó a moverse. La luz de la luna le sacó un destello a su máscara azabache, y aunque solo duró un segundo fue más que suficiente para confirmar mis sospechas.
Es Varg.
El chico probablemente se había dado cuenta de que yo estaba allí escondida, ya que se giró hacia mi dirección. Mientras le veía aproximarse hacia mí sentí el impulso de retroceder, pero decidí que lo mejor sería permanecer quieta. Quizás, si no me movía, creería que se lo había imaginado y se alejaría de mi escondrijo.
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~Cinderella Phenomenon~ Ruta de Fritz
RomanceCinderella Phenomenon es un juego otome diseñado por la empresa Dicesuki, el cual se puede descargar gratis en Steam. En este relato narro los acontecimientos que ocurren en la ruta de este personaje, Fritz, en base a las decisiones correctas que se...