Capítulo 3: Revelaciones - Parte 01

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Había pasado ya una semana desde que me había ido a vivir con Fritz, y mis días en el hogar de los Leverton habían transcurrido sin ninguna eventualidad. Había pasado la mayor parte de mi tiempo con mi guardia, quien me mostraba todo Angielle cada vez que tenía ocasión de hacerlo. La mayor parte de las veces era idea mía la de salir de la vivienda, ya que así podía concederle a Delora tiempo para que pudiese continuar con sus investigaciones.


Aparentemente solo me va a dejar ayudarla de esta forma. Al menos me ha prometido que esta noche me lo contará todo.


— ¿Y bien? —le pregunté a Delora. Ya era de noche y las dos estábamos en mi habitación, yo sentada en mi cama y Delora de pie junto a la ventana. La bruja había estado callada durante unos largos minutos, y mi paciencia empezaba a agotarse.


— Esto es un poco difícil de explicar, pero... —Delora hizo una pequeña pausa antes de añadir— Alcaster está ocultando algo.


— Delora, ya era consciente de eso —dije, con cierta irritación.


— No me has dejado terminar. Cuando digo "algo", me refiero a "todo". —al ver que no entendía a qué se refería, fue más específica— No he encontrado ninguna pista en esta casa... Espera, espera, antes de que me tires esa almohada en serio que debo contarte algo. —la miré expectante, bajando la almohada un poco pero aún sin soltarla— Sé cómo supo Varg aquel día que nos habíamos escapado para ir a la Marchen. Alguien puso talismanes mágicos por la casa, por lo que cuando sale o entra alguien de la vivienda, envía una señal de alerta a otra persona.


— ¿Y esa persona es una bruja?


— Podría ser un hada —admitió Delora—, pero considerando las circunstancias apostaría a que es obra de una bruja.


— ¿Crees que Varg fue el que puso esos talismanes? —le pregunté.


— Bueno, está trabajando para las brujas, pero no sé si tiene la habilidad para poner esos talismanes —dijo Delora, acercándose unos pasos hacia mí— Estos talismanes no se parecen a nada que haya visto antes. Son como finos hilos de seda que rodean toda la casa.


— Como una telaraña —comenté, imaginándome a una araña del tamaño de un gato tejiéndola por toda la vivienda. Sin poder evitarlo, sentí que un escalofrío recorría mi espalda.


— Exacto —confirmó Delora— Pero ¿sabes qué más he descubierto? Que la red no es tan fuerte en la puerta trasera; la puerta por la que Varg nos hizo regresar. —una pequeña sonrisa apareció en los labios de Delora— Eso significa que tenemos una forma de salir de aquí.


Una vía de escape que nos permitirá salir sin que Varg se entere. No creo que él aparezca a menos que la bruja que puso las redes alrededor de la casa se percate de que me he ido, así que probablemente funcione.


— ¿Cómo sabremos que la bruja no se dará cuenta de que nos fugamos por esa puerta? —le pregunté.


— Solo hay una forma de descubrirlo —respondió Delora, sus ojos borgoña brillando con un plan que iba cobrado forma en su cabecita.

~Cinderella Phenomenon~ Ruta de FritzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora