Capítulo 7: Rebelión - Parte 02

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Cerré de un portazo la puerta de mi dormitorio y después eché el pestillo para bloquearla. No quería que nadie me importunase, aunque sabía que cualquiera que desease entrar no sería detenido por algo tan nimio como un cerrojo. Aun así, ese pequeño gesto me dio una falsa sensación de seguridad. Era como si de verdad tuviese el control sobre algo.


Me alejé un par de pasos de la puerta y eché un vistazo a mi dormitorio, soltando un vago suspiro. Tan solo habían pasado unas pocas horas desde la última vez que lo había pisado, creyendo que no volvería a estar allí hasta dentro de mucho tiempo. Hacía tan pocas horas desde que Jurien y Garlan...


Cerré mis ojos con fuerza y mandé esos recuerdos lejos de mi mente. No era el momento de recrearme en esos instantes tan trágicos que había vivido recientemente, no cuando debía mantener la promesa que le había hecho a Parfait. Así pues me puse manos a la obra, y empecé a abrir los cajones de mi cómoda y de mi escritorio en busca de la pequeña caja dorada.


Juraría que éste era el lugar donde vi a Nunca Jamás y a Campanilla... ¡Aquí está!


Mi mano dio primero con Campanilla, una llave dorada y ricamente elaborada, exactamente en el lugar donde recordaba que la había dejado la última vez que la saqué. Como si fuese un objeto de cristal, la coloqué con mucho cuidado debajo del pie de la lámpara de mi mesilla, para mantenerla oculta a simple vista. Sin embargo, a pesar de que la llave no había tardado en aparecer, no había ni rastro de la caja.


¿Dónde está Nunca Jamás?


Prácticamente puse mi dormitorio patas arriba buscando la caja por todas partes, pero en ningún momento logré encontrar la caja dorada con las alas grabadas en su tapadera. Estaba convencida de que debía de estar en el cajón donde había encontrado a Campanilla, pero era evidente que ya no estaba ahí. La pregunta era por qué, si estaba segura de que no la había sacado nunca de ese escondrijo.


Por mucho que quería encontrar la respuesta a esa pregunta, mi cuerpo se sentía demasiado pesado por el agotamiento tras todo lo que había sucedido hoy, y me encontré más pronto de lo que esperaba colapsando en mi cama.


No pasa nada, daré con esa caja. Tengo hasta mañana a medianoche para encontrarla. Continuaré buscándola por la mañana sin falta.



***



No fui capaz de dormir del tirón. De vez en cuando mi sueño se veía interrumpido y plagado de pesadillas, por lo que para cuando la luz tenue del amanecer empezó a atravesar el cristal de mi ventana, ya estaba medio despierta. No había pasado una buena noche, pero había cosas más importantes que eso. Me saqué de la cama y me froté los ojos con mis nudillos, quitándome las legañas y los restos de sueño de encima, con un pensamiento repitiéndose en bucle en mi cabeza.


Debo encontrar Nunca Jamás.


Recuperé a Campanilla del lugar donde la había escondido ayer y deslicé la pequeña llave dentro del bolsillo de mi vestido. Después, con renovada determinación, continué mi búsqueda a plena luz del día. Sin embargo, el resultado no varió de la noche a la mañana sin importar la cantidad de horas que le dediqué, consiguiendo frustrarme y estresarme. Aún me quedaba tiempo por delante, pero debía espabilarme si quería encontrarla antes de medianoche.

~Cinderella Phenomenon~ Ruta de FritzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora