Capítulo 3

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—Buenas tardes—Escuchó la voz de su amiga.

Todas alzaron la mirada, encontrándose con una chica afrodescendiente, de estatura alta y delgada, ojos y cabello negro.

—Génesis—Dijo Jessie— Un gusto verte.

La morena le mostró una sonrisa.

Alice se levantó y fue donde su amiga, le dió un apretón en el hombro como saludo y le sonrió.

La rubia que miraba la escena, se percató que su amiga la miraba, alguna razón sería.

—Regresó luego mamá—Dijo Alice a Jessie.

—Vale, ten cuidado hija.

Alice miró luego a la rubia y le dijo.

—Adios.

La mujer le sonrió nuevamente y le respondió lo mismo.

—Hasta pronto—Dijo Génesis.

—Adios—Dijeron las tres mujeres.

Las chicas se dirigieron al centro comercial más cercano que había.

En el camino Génesis habló.

—¿Quien era la rubia que te miraba tanto?

Alice sonrió y acomodó un mechón de su cabello, nerviosa.

—Debes estar alucinando, ni me miraba.

La pelinegra paró en seco, lo que sorprendió a la castaña.

—Oye, sabes que lo vi perfectamente, ahora dime quién es.

Alice sonrió y negó con la cabeza.

—Se llama Ana, y es la jefe de mi madre.

—Vaya, no hay duda de que te gustan mayores ¿Te gusta cobrar pensiones, no es así?

Aquellas dos rieron con fuerza, aveces Génesis salía con unas cosas.

La gente que pasaba cerca suyo de quedaron viendo, eran un par de locas riéndose de un mal chiste. Pero así era felices.

—Nononono, bueno si—Dijo Alice imitando al meme.

Las amigas volvieron a reír.

Luego de calmarse un poco, la morena hablo.

—Entonces, me llamaste por ella—No era una pregunta, más bien, afirmaba aquello.

—Pero dime ¿Es linda verdad?

Génesis afirmó con su cabeza.

—Debería ser modelo en vez de arreglar uñas.

—Lo se, es muy bonita.

—Lo mejor es que—La chica sonrió— Es que tú le gustas.

Alice alzó los hombros.

—Pues eso no lo sé.

—Tendras que averiguarlo entonces.

Génesis le mostró una sonrisa pervertida.

—Maldita depravada—Río.

Su amiga la imitó.

—Pero oye, enserio—La miró sería — Te miró el culo cuando fuiste a saludarme.

La cara de la castaña se enrojeció por completo.

Su amiga volvió a reír. Le gustaba hacer eso con su amiga.

Cuando llegaron al centro comercial, se dirigieron a un McDonald's, Alice tenía hambre.

—¡Dios mío! Siempre pareces que no comieras en todo el día.

—No tengo la culpa de siempre tener hambre—Alzó los hombros—Ademas, tu tienes que consentirme

—Bien punto ¿Qué quieres pedir?

—Una papas medianas y una triple con queso. Ah, una Coca-Cola.

Génesis asintió y fue a pedir la orden

Por mientras, Alice se sentó a una mesa, mientras esperaba a su amiga.

Pensó un momento en la mujer rubia. Aquella que le sonreía tanto, la mujer linda.

Génesis llegó con las órdenes y Alice, cogió rápidamente las papas.

—Y bien ¿Me vas a contar que pasa con La Jefesita?

Alice se llevó una papa a la boca .

—Pues la verdad, no sé nada. Apenas hoy la conocí.

Génesis mordió un pedazo de hamburguesa.

—¿Apenas se conocen y ya te está mirando el culo? Wow—Génesis hizo una cara de sorpresa exagerada.

Alice río.

—Que miraste mal, no me estaba mirando nada.

—Oh, si claro— La morena hizo una cara pervertida.

—Pero bueno, tú dime si ya llegó el príncipe de tus sueños.

Génesis puso los ojos en blanco y le dio otro bocado a su hamburguesa.

—Sabes que yo soy feliz con mis fanfics, mis libros y mis chinos gays. No necesito un hombre que me estorbe.

Génesis llevaba una doble vida en internet. Hacía fanfictions homos, que realmente eran muy famosos y era muy buena en lo que hacía.

—Y pensar que por un fic tuyo estamos aquí, comiendo en un McDonald's

Y así era, Alice leía sus historias. Se las leyó todas, hasta Génesis de volvió su escritora favorita. Un día, Alice contactó a Génesis, hablaron y se cayeron muy bien. El resto era historia.

—¿Quien lo diría no?— La chica carcajeó

Alice comenzó a comer su hamburguesa y al primer bocado suspiró.

—Está mierda está riquísima.

Génesis asintió riendo.

—Oye Alice, tu tienes que prometerme algo.

Alice sin entender nada, la miró.

—¿Qué pedo contigo? ¿Hice algo?

—No, solo promete algo.

—¿Qué cosa?

Génesis se puso sería.

—Me vas a contar cada puto detalle de lo que pase con La Jefesita, me lo dirás ¿Vale?

—Está bien, pero ¿Por qué tanta curiosidad?

Génesis abrió sus ojos negros.

—Porqué primero, parece una super modelo, segundo porqué se que te interesa, tercero porqué es obvio que tú también le gustas y cuarto ¡Porqué eres mi jodida mejor amiga!

Alice negó con la cabeza.

—Tu que vas a saber si yo le gusto. Apenas nos conocimos hace unas horas.

—Por lo mismo, apesar de que prácticamente son unas desconocidas, se le vió el brillo en sus ojos cuando te veía, y se la cosa será más fuertemente cuando tengan más confianza.

—Me encantan tus teorías locas, pareces a Castle—Nombró su personaje favorito de su serie favorita.

—Sabes que tengo razon, cariño—Tomó un sorbo de Coca-Cola

Alice la imitó.

—Oye ¿Qué es eso de La Jefesita?

Su amiga encogió los hombros.

—Yo que se, de alguna forma le tenemos que llamar.

Alice encogió sus  hombros.

—Tienes razón.

Volvió a sus papas y antes de olvidarse del tema dijo.

—Ah, y te lo prometo.

Génesis chilló de emoción.

—Ya verás que esto se va poner bueno.

Alice río, su amiga era la mejor.

La jefe de mi madreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora