Capítulo 5

1K 62 3
                                    

Pasaron unas semanas luego de aquel encuentro que tuvieron en el centro comercial.

Se conocieron un poco más, hablaron un poco más y compartieron unos risas de vez en cuando.

Desde ese día algo cambió. Eran más espontáneas y por así decirlo; más unidas.

Cómo de costumbre, Ana estaba en su mesa.

Jessie y Johana estaban en las sillas de pedicure esperando a los clientes.

Y Alice estaba en una silla que quedaba frente a Ana.

Ella miraba su celular, pero sin que las otras se dieran cuenta, miraba a Alice de vez en cuando.

Y Alice, bueno. Ella miraba un vídeo en Youtube, sin nada más que hacer. Por lo menos había WiFi para no aburrirse.

Levantó su mirada para descansar la vista y se encontró con los ojos marrones encima de ella.

Ana bajo la mirada rápidamente y volvió a su celular.

Alice frunció el ceño extrañada ¿Que había sido eso?

Alice miró a Ana, cada vez que la veía se daba cuenta que era más guapa.

A Alice también le gustaban las mujeres, se había dado cuenta por una profesora que le gustó cuando estaba en el bachillerato.

No ocurrió nada raro entre las dos, pero había descubierto esto. Era bisexual.

Entonces, para ella era un poco normal esto ¿Pero por qué "un poco"?

Porque hace mucho tiempo que una mujer le llamaba la atención.

Miró sus ojos, centrados en su celular y luego miró más abajo...

Los tamaños de sus pechos eran considerables y redondos.

Por un momento se volvió a imaginar que estaba entre ellos lamiendo cada parte de ellos y...

Sin evitar suspiró y un sonrojo de instaló en sus mejillas.

Agitó la cabeza de lado a lado desechando la idea. Ana sacaba una parte de ella que no conocía.

Volvió al vídeo que miraba hace un momento sin olvidarse del tema.

Ana volvió a fijar su mirada en Alice sin que está se diera cuenta.

Sonrió internamente al sentir su mirada.

Algo le gustaba de la chica, algo que no había podido descifrar pero desde que el momento que llegó había llamado su atención.

Ana se levantó y se dirigió a la puerta para después abrir y entrar a la casa.

Era una casa lujosa, bien decorada, una casa algo grande y bonita.

Ella se adentro a la cocina, cogió un vaso y se sirvió jugo de mora, luego fue a su armario a cambiarse el camisón que tenía, ya que hacía algo de calor se cambiaría a una musculosa.

Fue hasta la final del pasillo, donde se encontraba el patio, el baño y al lado derecho el armario, y como siempre lo hacía, no cerró la puerta.

...

-Alice

-¿Que pasa mamá?

Su madre interrumpió sus pensamientos.

Alzó la mirada y se encontró con una chica.

-¿Podrías llamar a Ana?

Alice asintió y abrió la puerta.

Apesar que ya llevaba tiempo en el trabajo de su madre, jamás había entrado en la casa.

Se asombro con la casa, no pensaba que fuera tan bonita.

La jefe de mi madreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora