- ¡¿Por qué me odias?!- le gritó y en seguida soy metida por el en un salón que inmediatamente reconozco, es el salón de ensayos - ¿Que te molesta de mí? ¿Ah? - me acorrala frente a él. Acerca su cuerpo al mío y su respiración está demasiado cerca d...
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Lunes.
- Aquí tienen sus horarios - Román nos entrega una hoja a cada una - Cualquier duda que tengan vengan a mi oficina - ambas asentimos - Vamos las acompañaré a su primera clase - nos sonríe. Lo dicho este hombre causa más miedo cuando sonríe.
Está mañana nos hemos levantado muy temprano, he ido al gimnasio a primera hora y gracias a Dios no me encontré con el iceberg Soholob. No hubiera soportado tanta molestia tan temprano. Harriet hizo su rutina de yoga y cuando regrese del gimnasio ella seguía ensimismada en sus ejercicios, me duche y me prepare para salir cuando las chicas nos indicaran. Harriet es más rápida que yo en ese aspecto así que no demoró mucho en hacerlo.
- Robert - llama a un chico que pasó a nuestro lado - Chicas él es Robert Windsurf, viene de Inglaterra - nos presenta y le sonreímos al chico el cual luce muy bien.
- Un gusto, soy Harriet y ella es Atala - se adelanta Harriet.
- Un gusto chicas - sonríe de oreja a oreja - ¿Que son? - lo miro confundida - Cantante y ustedes? - él entiende nuestra pregunta no dicha.
- Violín - contesto ya entendiendo a que se debe esa presentación.
- Piano - mi amiga hace lo mismo.
- Robert, necesito que ayudes a tus compañeras con lo que requieran - él chico asiente - Solo durante su primera semana de clases-
- No hay problema - Roman asiente - Las acompaño a sus respectivas clases -
- No te preocupes, las acompañaré yo mismo. Solo esté pendiente de ellas - él chico asiente de nuevo y sonríe.
- Entonces si requieren de mi ayuda, me encuentro en la sala de ensayos - y se marcha no sin antes agradecerle la atención.
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La mañana ha sido dura, los profesores son muy amables - uno que otro- pero eso de presentarse en algunas clases y todo ese rollo ya me está agotando la poca paciencia que me queda. Así que gracias al cielo, ya es hora del almuerzo y camino hasta la cafetería, sola y sin Harriet. A ambas nos tocaron clases distintas así que es raro no tenerla cerca mío, pero hemos quedado de vernos con los chicos en la cafetería. He visto a Matt, a Vladimir y a Cristoff en algunas clases conmigo al igual que a Svetlana, así que no me he sentido tan sola como presentía.
