Viernes.
— Espero y ambos tengan claro de que se tratará el proyecto para el semestre — dice el profesor Julien y yo asiento exasperada. La última clase y mi infierno por lo que parece ser todo el semestre.
— Sí señor — me limito a decir. Andrya está.... En otro lugar ¡Ni idea de su paradero! El iceberg no se presentó a la escuela y por una parte lo odio por ello y por otra le agradezco. Lo odio por qué me ha dejado sola y ahora estuve lidiando con los comentarios del profesor y le agradezco puesto que no tuve ninguna molestia en todo el día.
— Perfecto — dice burlón. La campana le interrumpe y yo suspiro de alivio — Los veo el lunes, señores no se olviden de presentar la investigación — recojo mis cosas con velocidad récord y salgo huyendo hacia la salida.
Llegó a mi auto y recargo mi frente en el volante. No entiendo porque estoy agotada, cuando está semana es la primera que he pasado aquí en Rusia, digo; debería de estar saltando de un lado a otro, investigando, conociendo... Disfrutando. Sin embargo, aquí estoy, sintiéndome cansada, estresada y muy triste ¿Será por lo lejos que estoy de mi familia? No he dormido muy bien y en estos días he dormido con Harriet, extraño las peleas con Jordan, el cual no me contesta para nada y cuando hablo con mamá quisiera que estuviera aquí. Luego está el tema de Andrya, nunca y cuando digo nunca es NUNCA había lidiado con un chico tan exasperante, petulante, insolente, seco, frío y misterioso como él, me hace enojar tan fácilmente y de alguna manera, me estresa y hoy que no lo ví extrañé las peleas no dichas, esas con las miradas que me da en el almuerzo, también están las pequeñas discusiones que hemos tenido y la discusión más grande de ayer.
¡Agh! Me regresó la migraña!
Mi celular vibra dentro de mi abrigo, lo saco y atiendo la llamada de Will.
— Hola pequeño Diablillo — me hace sonreír.
— Hola Willy — digo desganada.
— ¡Woah! ¿Que sucede nena? No es normal que me contestes con solo eso, no es por ser desconfiado y mucho menos creerte loca, pero... ¿Está todo bien? — escucho su preocupación.
— Estoy bien, solo estoy algo estresada. Adaptarse al cambio es mas difícil de lo que imaginé, los
extraño a todos —— Ya entiendo — le escucho sonreír — Todos te extrañamos preciosa, pero queremos que tengas éxito y creemos en ambas.
— Gracias por las bonitas palabras — digo a punto de llorar.
— ¿Segura que está todo bien? No te escuchas tranquila ¿Alguien te ha hecho daño? — niego como si me pudiera ver.
— Estoy bien — el murmura un "Ajá" — ¿Te puedo hacer una pregunta?
— Claro, diablito —
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Miss Jackson Becket©
Romance- ¡¿Por qué me odias?!- le gritó y en seguida soy metida por el en un salón que inmediatamente reconozco, es el salón de ensayos - ¿Que te molesta de mí? ¿Ah? - me acorrala frente a él. Acerca su cuerpo al mío y su respiración está demasiado cerca d...