- ¡¿Por qué me odias?!- le gritó y en seguida soy metida por el en un salón que inmediatamente reconozco, es el salón de ensayos - ¿Que te molesta de mí? ¿Ah? - me acorrala frente a él. Acerca su cuerpo al mío y su respiración está demasiado cerca d...
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— Así que esa pequeña cosita con un ingenio maravilloso, es tu compañera de proyecto — ruedo los ojos. Cuando Ina, se entromete en algo que no es de su incumbencia, no hay nadie que la detenga. Ina podra aparentar ser la mujer más dócil, frágil e inocente mujer, pero no es nada de eso. Al contrario, es muy vivaz, capaz, fuerte y muy valiente mujer. Tenemos un padre que no ayuda en nada para ser débiles y de alguna manera, ella y yo nos entendemos más que el ingenuo de Román.
Ina me ayudó a ver qué tipo de mujer es Irina y le doy las gracias por ello.
— Así es. Solo somos compañeros. No me agrada mucho — le comento.
Después de su examen sobre la composición, la invite a comer para poder pasar tiempo con ella. Ina es muy diferente a los dos estúpidos que completan la familia Illianovich. Por eso ella me escucha y de alguna manera siempre está pendiente de mi.
— ¿Por qué? No se ve como la estúpida y egocéntrica mujer que es Irina Novikov — Le doy la razón aunque no se lo diré — Hablando de los Novikov.... Supe que quieres casarme con el idiota de Alexey ¿Que estás haciendo? Eh! Bruto! — me río. La gente del restaurante nos mira curiosos y risueños ante el golpe en la cabeza que recibí por su parte.
— Solo lo dije. Sabes que jamás te desearía tanto mal, solo quería quitarme de encima a tu patético y estúpido par que tienes como parientes — se ríe.
— ¿Siguen insistiendo? — asiento — ¡Mierda! Con razón Dimitri me habló por teléfono muy furioso —
— ¿Por eso haz venido? — niega.
— El plan sobre mí concierto en Luxemburgo ya estaba programado. Román me comentó sobre sus alumnas de intercambio y Marie me hablo muy bien de Atala Jackson, ¿Por qué te cae mal? — vuelve a preguntar.
— Tiene dinero — se burla de mi diciendo:
— ¡Vaya! ¡Que snob eres, hermanito! — ruedo los ojos — Te recuerdo que tú también lo tienes — su mirada cambia a una atormentada y apagada luz — Ambos lo tenemos — dice seria.
— Lo sé. Pero no me refiero a eso —
— ¿Entonces?
— Ella ha de ser una niña mimada, acostumbrada a tener todo lo que se le venga en gana. Sabes a lo que me refiero, por qué ambos sabemos el daño que eso causa — asiente.
— Entonces la conocías desde antes de venir aquí — afirma y yo niego — ¿Como es que no la conoces y me has dicho esto? Sabes el dicho que dice: "No juzgues un libro por su pasta"? —
— Si.
— Andrya, sé que ambos estamos lastimados por el pasado. Yo por eso me alejé de esta patética familia, hasta cambié mi apellido por el de mi madre ella era todo para mí y lo sabes, y también conocí a la tuya y sé muy bien cuánto significaba para tí. Dimitri es alguien que odio con mi vida, pero no con eso adopté una actitud negativa hacia todo el mundo. Somos imperfectos, carajo. Otros más que unos, pero eso no hace que me ahogué en mi miseria —
