Quinto Apodo

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Los ojos de Chaeyoung parecieron iluminarse al observar la gran instalación con varios focos de luces brillantes alrededor del nombre del local que claramente decía "Arcade". Pronto llegó a su lado su mejor amiga, quien se aferró al brazo de la otra dando pequeños saltitos de emoción. Hacía mucho tiempo que no salían ese tipo de lugar. Además de que había un pequeño motivo que les daba oportunidad de alcanzar la euforia en su máxima expresión y es que ésta vez no solamente eran ellas, las acompañaban Jennie y Jisoo que por insistencia de las menores decidieron hacerlo.

—Eh, calmadas.— Les regañó la menor de las Kim con burla.

Justo al entrar al establecimiento ambas mejores amigas salieron disparadas hacia lados opuestos, seguramente en busca de su juego preferido. A pesar de los constantes llamados que les hacían, Chaeyoung y Lisa les habían ignorado completamente.
Jisoo soltó un suspiro de exasperación, conociendo a sus amigas éstas seguramente causarían un desastre ¿Que cómo lo aseguraba? Sencillo, un día les habían sacado de un parque de diversiones a causa de la tailandesa ya que por su actitud tan competitiva se puso a discutir con un niño de diez años ya que le habia golpeado con su carrito de juguete.

—Tu turno de ir con Liz.— Le dijo la pelinegra comenzando a alejarse inmediatamente impidiendole a Jennie protestar, yéndose en la dirección en la que recordaba se había ido su querida Chaeyoung.

Estiró un poco su cuello intentando divisar a la peli-naranja Que se comportaba como una niña pequeña. Entre aquel mar de máquinas era mucho más difícil encontrar a una persona. 

Le tomó pocos minutos encontrarle, con el ceño fruncido y con un tierno puchero formandose en sus belfos tratando de tomar con aguda de una barra de metal lo que suponía era in Oso de felpa.

—¿Necesitas ayuda?—Preguntó sin podre reprimir una sonrisa sobre sus labios. La menor negó con la cabeza.

—Ya casi lo consigo.—Justo en el momento en el que pronunció aquello la máquina avisó que nuevamente había perdido. Ahogó in grito de frustración.- Esta máquina no sirve.

Jisoo soltó una carcajada, causando que Park le lanzara una mirada filosa.

—Lo siento.— Se disculpó cubriéndose la boca con una mano.-¿Puedo intentarlo yo?

La peli-naranja se encogió de hombros al momento de Que se apartaba.—De todos modos, no creo que puedas. Esa máquina es una estafa.

Kim tomó el mando con decisión y centrando toda su concentración en el juego guió la garra hasta la altura del peluche apretó el botón tono y el objeto metálico lo atrapó. Un deje de sonrisa tembló sobre sus labios no quería celebrar aún. Por fin el oso azulado cayó y pudo sacarlo de la máquina. Cuando lo tuvo en sus manos se lo tendió a Chaeyoung.

—Para ti.—Pronunció con suavidad viendo como el rostro de su menor se comenzaba a poner de todos los tonos de rojo que pueden existir. Chaeyoung tomó el regalo con algo de duda además de la vergüenza Que comenzaba a apoderarse de ella.

— Teddy.— Pronunció la menor casi en un susurro.

—¿Eh?— La pelinegra se acercó más a ella pues no había escuchado bien lo que había dicho la contraria.

—Teddy Bear.—Volvió a repetir la mayor alzando su tono de voz apretando al pequeño oso contra su pecho.—Así te llamaré.

—¿Y eso significa...?—La pelinegra alzó una ceja. 

—Osito de felpa.— Le sonrió.

No era tan buena en inglés como la contraria y en verdad tampoco podía creerse que Park le estuviera llamando por un apodo. 

La sensación que le causó fue bastante cálida y, de algún modo le emocionaba el que la menor comenzara a tomarle la suficiente confianza como para inventarle un apodo.

Porque era muy reconfortante para Jisoo que simplemente hasta su nombre fuese pronunciado de sus labios.

Apodos [Chaesoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora