Capítulo 23: Revolución hormonal en Ridgewell.
Esa misma tarde los efectos de la audición se sintieron en Ridgewell luego de que alguien subiera el video en la página de la preparatoria, donde todos fuimos testigos de cómo la población femenina moría por el capitán del equipo. Tan pero tan cliché.
Desde luego que no solo despertaron las hormonas de ellas, sino también la envidia de ellos, que argumentaban en el mismo video que él no era en realidad tan talentoso, o también que era un carilindo con linda voz que las traía locas a todas; sea como fuese, de esa manera comenzó la primer Revolución Hormonal de Ridgewell High, y todo gracias a John Travolta.
Cientos de comentarios fueron solo el comienzo, porque me enteré por el mismismo Nick que su casillero se vió abarrotado por cartas de amor de tantas admiradoras secretas como no tan secretas que rebosaban del locker e incluso estaban pegadas en el metal, y que no dejaba de recibir mensajes de textos de números desconocidos con felicitaciones, declaraciones de amor o lo que fuera.
Ese mismo día, en la práctica del equipo, las gradas se llenaron casi tanto como lo hacen durante los partidos oficiales por parte de adolescentes que chillaban y vitoreaban cada vez que Nick hacía alguna atrapada o lanzamiento medianamente bueno, aún si no comprendían que estaba sucediendo.
Llegó el momento en el que comenzó a dar un poco de miedo y, como no dejaban de golpear su puerta pidiendo serenatas u ofreciéndolas, Rogers no tuvo más remedio que dormir en la habitación de Drake Murphy.
—Como sabrán todas las señoritas de Ridgewell —dijo Johnny usando su voz de locutor seductor, según su propia definición—, ayer por la tarde fueron las audiciones para la obra escolar de este año.
—Con la brillante participación de nuestras dos adoradas compañeras de The Lunch Break Club. —enfatizó Patrick, sin remordimientos de interrumpir al rubio.
—Pero ni siquiera fue la destacada audición de Scarlett Evergreen cantando la canción oficial de la radio lo que llamó la atención durante la jornada —prosiguió, haciéndome reír por su extraña forma de agrandar mis logros—, sino que fue la presencia del capitán de las Panteras de Ridgewell High, Nick Rogers, la que se llevó todos los reflectores.
—Haciendo una excelente interpretación acústica de una canción de Paramore, Rogers se aseguró el protagónico en la obra, si puedo decir —seguí yo. Heather negó con la cabeza del otro lado del vidrio; no era ajeno a nosotros que ella odiaba que hiciéramos suposiciones al aire, pero esa vez valía la pena hacerlo—. El video en nuestra página del colegio ha llegado a tantas reproducciones como población estudiantil.
—Y así comenzó la que denominamos "Primera Revolución Hormonal" de la preparatoria. —canturreó Summer. Wesley puso un efecto de sonido para enfatizar el término que acabó de utilizar Summer, volviendo más graciosa la situación.
—Y tenemos algunos mensajes para las recientes admiradoras del capitán —dijo Freddie, tomando las tarjetas del centro de la mesa redonda—. El primero es del director Monroe, que dice que "todo aquel estudiante que prosiga atosigando al estudiante Rogers de cualquier manera, evitando que el mismo pueda realizar su actividad diaria normalmente, será reportado y sancionado."
—¡Qué aguafiestas, Monroe! —gritó Johnny, abucheandole al micrófono.
—Si está oyendo esto, sepa disculparlo, director —hablé, pegándole en la cabeza a mi mejor amigo—. Es rubio teñido, en realidad no sabe lo que está diciendo.
—¡Callate, zanahoria parlante!
Me tiré encima de él y comencé a golpearlo ya que era quien más cerca tenía, y al final Patrick nos separó porque aún seguíamos al aire y probablemente se oían nuestros golpes y quejas.
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Drama Queen (DQ #1) [COMPLETA]
Teen Fiction"Usted nos ve como quiere vernos. En términos sencillos, con una conveniente definición, hemos descubierto que cada uno de nosotros es un cerebro, un atleta, un caso clínico, una princesa y un criminal. ¿Eso responde a su pregunta? Sinceramente suyo...