Capítulo 59: La calma antes de la tormenta

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Capítulo 59: La calma antes de la tormenta

Lunes. Primer día desde la vuelta a clases

Faltaba una hora para el almuerzo cuando ocurrió: la realidad.

De alguna manera, sentía como si los últimos dos meses hubieran sido demasiado buenos para ser verdad. Demasiado tranquilo. Las cosas salían incluso mejor de lo que esperaba, y eso no pasa en la vida real. Pero lo que pasó a continuación, si.

Estaba guardando mis libros de Literatura en mi casillero cuando Chanel se acercó sigilosamente, por lo que me causó un sobresalto cuando la vi al cerrar la puerta del casillero. Aún así, ella no estaba conmigo realmente; era como si estuviese perdida dentro de sus pensamientos, y sé que eso no es una buena señal.

—¿Estás bien? —le pregunté.

—No —dijo en voz baja, y presentí que estaba a punto de comenzar a llorar—. Acabo de tener una reunión con la entrenadora, y me acaba de echar de las porristas.

—¿Cómo dices? Eso... ella no puede hacerlo. ¡Eres la capitana!

—Pues si puede. La entrenadora dice que no puede permitir que siga demandándole tanta fuerza y energía a mi cuerpo con cinco meses de embarazo porque podría terminar en una pérdida.

Cuando se comprobó que Chanel estaba realmente embarazada, la entrenadora le dijo que seguiría siendo la capitana, pero ya no sería la porrista principal. Desde luego, a Riley le cayó como anillo al dedo. Pero no se me ocurrió pensar que en algún momento dejaría de serlo, parecía inconcebible.

—Siento como si ya no fuera yo misma. —admitió con la voz quebrada, pero no lloró.

—Oye, no. Eso no es cierto —dije, agarrándola suavemente por el codo obligándola a caminar—. Chanel Larrose no es simplemente la líder de las porristas, es una institución en Ridgewell.

—Soy el hazmerreír de Ridgewell. Y sé que fui una perra durante mucho tiempo, así que no me sorprende que todo el mundo esté disfrutando verme caer más y más bajo.

Entonces, me paré en seco. La tomé por los hombros y la sacudí ligeramente.

—Tú no vas a compadecerte de ti misma, ¿me oyes? Nosotras no hacemos eso. Tomaste una decisión muy valiente al elegir criar a tu hijo tu sola, y sabes que nosotros cuidamos tu espalda. Si la entrenadora no lo entiende, que se joda. Pero tú eres mucho más que un simple cargo.

Ella sonrió y asintió con la cabeza.

—Tienes razón. Incluso si existe la posibilidad de que esto sea lo mejor para mi hijo, la tomaré.

Le dediqué una sonrisa para darle ánimos, y una vez más me di cuenta de que estaba en la extraña posición de tratar de darle ánimos a mi peor enemiga. Es curiosa la forma en la que la vida real se interpone a veces, haciendo que hasta los problemas más grandes en la secundaria sean insignificantes.

—Oye, quería hablarte sobre lo que ocurrió durante las vacaciones de Navidad. Verás, la razón por la cual no estuve con ustedes es porque Leo...

El timbre sonó en ese momento, moviendo los ánimos de todo el mundo, haciendo que la multitud trate de avanzar casi a las corridas a sus clases. Me disculpé con Chanel y me dirigí a mi última clase del día antes del almuerzo: Física.

Mi atención a la clase se redujo a lo mínimo humanamente posible mientras mi mente revoloteaba sobre el asunto de Chanel. Traté de imaginarme a mí misma en su situación: Heather me quitaba el protagónico porque estaba embarazada, y Riley Piper se lo quedaba. Y tenía que oírla jactarse de eso todos los días hasta que termine el año escolar. Ni en sueños.

Drama Queen (DQ #1) [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora