Capítulo 51: Agente de caos.

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Capítulo 51: Agente de caos.

Si por algo se caracterizaba la preparatoria Ridgewell es la velocidad en la que se pueden llegar a propagar los rumores, por ende, no pasó ni un día antes de que el completo estudiantado se enterara de lo ocurrido con la que solía ser líder de las porristas y, junto a los rumores, las especulaciones de la gente.

—Pues yo oí que está embarazada de Drake. —comentó Summer mientras se limaba las uñas con poco interés.

—¿Siquiera los has visto juntos alguna vez, Sparkie?

—No, pero puede que lo hayan mantenido en secreto.

—Creo que Drake las prefiere morenas —murmuré entre dientes, y ella levantó la vista en mi dirección un tanto confundida al no alcanzar a oírlo—. Deberías dejar de creer todo lo que andan inventando, sabes que Chanel es alguien que se cree demasiado buena como para estar con un adolescente cualquiera.

—Por eso salió con Leonard tanto tiempo. —admitió la rubia.

Jenkins era un caso especial. Era algo así como la versión petulante y desagradable de Nick Rogers, que nunca te miraba dos veces si no era para degradarte y tenía la tendencia de sentirse superior al resto de los simples mortales como nosotros, pero por algún motivo había logrado tener a Chanel absurdamente enamorada de él durante largos años, a pesar de que en más de una oportunidad la había engañado y todo el mundo lo sabía.

Eventualmente, terminó la preparatoria tres años atrás y desde entonces la chica sólo se había dedicado a hacerme la vida imposible a mí y a prácticamente toda la escuela.

—¿Porque es un maldito bastardo?

—¿Hablando de mi de nuevo? —sonrió Johnny, tomándome por los hombros con una sonrisa en el rostro.

—Hablábamos de Leonard Jenkins, rubio.

—Oh, yo detesto a ese tipo. Realmente, podría golpearlo hasta dejarlo literalmente inconsciente.

—Si, pues creo que deberás hacer cola. —bufé, y Johnny me empujó un poco con su hombro juguetonamente.

Ahora estaba en el prácticamente vacío comedor del campus, toqueteando sin ganas el plato de arroz con vegetales que me habían servido mientras mis dos mejores amigos hablaban sobre sus respectivos viajes. Me sentía contrariada, puesto que desde hacía varios días me había inundado la imperiosa necesidad de tener a mis amigos cerca durante estas fechas, aún a sabiendas de que me sentiría terriblemente si les pidiera que se queden aquí conmigo, motivo por el cual llevaba una semana actuando distante y silenciosa con ellos, cosa que desde luego no pasó por alto.

—¿Me estás escuchando, Zanahoria?

—Lo siento —parpadeé varias veces—. Estaba pensando en el programa, en realidad.

—¿Otra vez nerviosa por eso, Simba? Te lo he dicho mil veces, a la gente le encanta lo que haces.

—No es eso, pensaba en lo extraño que será hacer el segmento por última vez —arrugué la nariz—. Si tengo un poco de suerte, el próximo año estaré estudiando en NYU, y allí nadie estará interesado en lo que una extraña pelirroja quiera decir.

—¿Quién dice? Yo siempre estaré interesado en lo que hagas. —me guiñó el ojo Johnny, y le dediqué una sonrisa apenas visible.

—¿Comenzaron a hacer las maletas? —suspiré.

—No, y justo hablábamos sobre que no quiero ir a casa para las fiestas, como siempre.

—Algún día deberás superar la fobia que le tienes a tus padres, Johnny. —comentó Freddie, apoyando su bandeja sobre la mesa y sentándose justo en frente de mí.

Drama Queen (DQ #1) [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora