Extra #1

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El club de los Cinco

Scarlett Evergreen entró a la sala de Detención sintiéndose profundamente avergonzada. Solamente había dos personas más en el aula, sin incluir a la profesora Heather Richards, quien sólo levantó la cabeza del escritorio para recibir a la recién llegada y siguió escribiendo en su computador. Lo único que interrumpía el silencio sepulcral era el frenético tecleado de la mujer y el sonido que el pie de Patrick Wilson hacía al chocar con una de las patas metálicas del banco.

Scarlett lo recordaba de una semana atrás, aquel incidente con Connor Young frente a la biblioteca, que se le había grabado en la memoria a muchos, incluida ella. El otro chico lucía mucho más nervioso que Patrick y que ella misma, puesto que no dejaba de golpetear la lapicera transparente contra su cuaderno y no sacaba la mano de su cabeza. Algo le decía que era su primera vez también.

—Nada de teléfonos —dijo la profesora Richards, elevando una canasta que poseía dos de ellos. Scarlett se puso de pie y dejó el suyo junto a los otros dos—. Pueden hablar entre sí, escribir lo que quieran o inclusive leer. Mi objetivo es que aprendan algo de esta detención, no aburrirlos a muerte como castigo.

—Al menos ya no está Monroe. —Murmuró Patrick, perfectamente audible, pero la profesora fingió oídos sordos y prosiguió con su labor.

—¡Perdón, perdón! —exclamó una rubia, mientras entraba por la puerta levantando el bolso que se le caía por el hombro— Me quedé dormida y acabo de despertarme.

—Son las cuatro de la tarde. —Acotó Wilson, mirándola como si fuese una lunática.

—Anoche me dormí tarde.

La chica se sentó en el asiento frente al de Scarlett, y ella reconoció de inmediato a Summer Hamilton, a quien le había dado un ataque de ansiedad frente a Marnie Reese y toda la escuela había tardado dos segundos en considerarla una "esquizofrénica". Chanel le había ayudado asistir a la chica y llevarla a enfermería.

—¡Hola! —Exclamó— Me haces acordar a mi perro Simba, era un setter irlandés súper inquieto y adorable. Lo chocó un camión hace tiempo. Me agradas, te diré Simba.

—Soy Scarlett Evergreen. —Contestó la otra, sin poder ocultar la sonrisa que se le acababa de formar.

—Summer Hamilton. ¿Y tú quién eres?

—¿Yo? —Preguntó el pelinegro, dejando reposar el lápiz sobre su cuaderno— Freddie Robinson.

—¿También te recuerda a algún perro muerto?

Summer le dio una mirada de pocos amigos a Patrick, quien se había cruzado de brazos y parecía estudiarlos con interés.

—Creo que compartimos Matemáticas —le dijo la rubia a Freddie, torciendo un poco la cabeza—. ¿Tienes con el profesor White?

—Sabía que me parecías conocida de algún lado.

La conversación se detuvo en el momento en el que Johnny Becker, el rubio deportista que había intentado coquetear con Scarlett durante una práctica de porristas, hacía su entrada triunfal. El chico se chocó la puerta en la entrada y cayó sobre sus narices al tropezar con sus pies, maldiciendo tan fuerte como le fue posible, lo que hizo que la profesora Richards lo mirase con mala cara.

—Está prohibido maldecir, Becker.

—Discúlpeme, pero no me fue posible controlar mi vocabulario mientras me estampaba la cara contra el cemento.

—Lo pasaré sólo por esta vez.

—Eres la mejor, Heather. —Dijo el chico, tirándole un beso antes de sentarse al lado de Scarlett, quien trataba de contener una carcajada.

Drama Queen (DQ #1) [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora