Capítulo 48: Volver al juego

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Capítulo 48: Volver al juego.

—No puedo esperar para volver a la radio, todo este asunto de dar las gracias me ha inspirado.

Observé a Summer aún desde mi cama. Aunque eran las tres de la tarde y hubiese dormido casi todo el día, no comprendía de donde sacaba siempre tanta energía. El avión había aterrizado a la madrugada, y lo primero que habíamos hecho era acostarnos a descansar el resto del domingo antes de reanudar la temporada escolar.

Honestamente, pretendía pasarme todo el día en mi habitación usando solamente pijamas y viendo alguna película de Harry Potter en la televisión, pero Summer me había despertado hacía una hora con el pretexto de que era un día nuevo y había muchas cosas que hacer.

En cierto modo, sonaba idéntica a Effie Trinket. Y en esos momentos, yo tenía el humor de Katniss.

—Déjame dormir, maldita. —me quejé, tapándome hasta la cabeza con la manta.

—Claro que no, quiero ir por un café y tú vas a acompañarme. Hace semanas que no hablo contigo sobre cosas de mejores amigas.

Dejé escapar un suspiro de hastío—: ¡Bien! Pero tan solo déjame dormir media hora más...

—Nada de eso, a despertarse. —contraatacó, arrancándome la frazada de las manos.

Una hora más tarde, entre refunfuños y maldiciones en voz baja, estábamos sentadas en el típico Starbucks a unas cuadras del internado bebiendo uno de esos cafés que comprabas porque tenían nombre bonito aunque no tuvieses ni idea de qué diantres tenía dentro.

—Así que, lo que quería contarte es... —comenzó ella, frotando sus manos maniáticamente contra su café— Patrick y yo hemos... nosotros estuvimos...

—Oh, por Dios, escupe la sopa de una vez.

—Nosotros estuvimos juntos. —soltó Summer. Antes de que pudiese asimilarlo, se llevó el café a la boca para evitar volver a hablar.

—¿Me estás diciendo que ustedes...? Oh, mi Dios. ¿Cuándo fue? ¿Fue en casa de mis padres? Porque debes saber que no me importará prender fuego todos los colchones de la casa si fuese así.

—Claro que no, Simba —río ante mis comentarios burlones y dio un profundo respiro antes de proseguir—. Fue en nuestro aniversario. ¿Recuerdas que te conté sobre que me volvió a llevar a Sundance Park? Bueno, estábamos en la cabaña del amor y...

—¡No me digas que lo hicieron en la jodida cabaña del amor! ¡¡Summer!!

—Cállate la boca de una vez —siseó ella entre dientes al ver como la gente nos miraba—. No fue en la maldita cabaña de cupido, fue en el mirador, ¿bien? Me llevó a ese punto en el que se puede ver toda la ciudad por la altura, brindamos con un poco de champaña y luego simplemente... sucedió.

—Oh, Sparkie, estoy tan feliz por ustedes —dije cuando me estiré sobre la mesa para abrazarla—. Es decir... no me pone feliz que hayan tenido relaciones, me pone feliz el hecho de que crezcan en su relación y... ugh, tú me entiendes.

Summer dejó escapar una carcajada, y entonces realmente comprendí a lo que se refería. Con todas las actividades que nos habían surgido últimamente, apenas si tenía tiempo para verla fuera de clase y no hablábamos de estas cosas precisamente.

—Dime, ¿han vuelto a tener relaciones desde esa vez? —pregunté, apoyando el mentón sobre la palma de las manos, y ella me pegó una patada por debajo de la mesa.

—No, aún no —admitió—. ¿Y tú has pensado en dar el gran paso con Nick?

Pillada con la guardia baja, por poco si cabeceo con la mesa cuando se me patinó el codo y perdí el equilibrio.

Drama Queen (DQ #1) [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora