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Kim

Las cosas parecían mejorar deliberadamente, con el paso del tiempo me di cuenta que mi relación no era pasajera ni que era de esas que duran solo por un tiempo, si no que el amor que sentíamos uno por el otro era demasiado fuerte, ni siquiera podríamos separarnos por un determinado tiempo ya que no podríamos vivir sin la presencia del otro.

Yo lo quería tanto que podía llegar a dar todo de mi por él, mi vida entera la daría solo para poder protegerlo, moriría por él.

Lo amaba tanto que dejarían que hicieran lo que fuese conmigo pero no con él.

Amo a Jungkook.

Todo lo que sentía por él era amor del bueno y en estos últimos cinco meses que pasamos juntos, donde reíamos juntos, compartíamos cada comida juntos con pláticas algo raras ya que hablábamos de como se llego a crear el mundo, sí los alienígenas existen, sí, éramos extraños a veces. Las pláticas con mi pequeño eran incomparables ya que éramos libres de hablar cualquier tema, pero solo él, podía lograr hacerlas especial.

En estos meses estuvimos tan activos dándolo todo en la OSME al igual que en la cama, ambos nos llenábamos de placer al unirnos, me encantaba todo de él, estás dos semanas anteriores  eramos tan activos que llegamos a hacerlo en cada lugar de nuestro departamento, absolutamente todo el departamento podía llegar a traernos esos recuerdos. Pero iba más allá de hacer el amor, era estar unido a una persona con un lazo irrompible.

También tratábamos de salir del departamento muy seguido para ir al cine, pasar a comer juntos a algún lugar, ir a alguna playa para disfrutar de la deliciosa brisa, el mar y esa arena pasar por tus dedos con un calor ligero. No importaba la hora ni el lugar siempre hacemos todo juntos, pero lo más importante fue queriendonos, amándonos.

-Amor, creo que me iré a dar una ducha y luego me iré a dormir, estoy demasiado cansado-claro que mi pequeño estaría cansado por el castigo que le puso uno de sus mentores, más bien, a todo su grupo.

-Esta vez el mentor creo que exagero-el asintió-date la ducha e iré para darte un masaje ¿está bien?-le pregunte.

-Estaría encantando, muchas gracias amor, salgo en unos minutos-camino hacia el baño de su cuarto, yo me recosté por un rato en su cama para esperar a que saliera.

-Sin duda alguna los mejores cinco meses de mi vida-sonreí a la nada, estoy feliz.

Los mejores recuerdos son los que perduran. Espero que Jungkook siempre este en todos ellos al igual que espero que siempre este en mi vida.

Se escucho la puerta del baño abrirse, me incorpore en la cama, estaba vestido con un short para dormir junto con una polera blanca, cerro la puerta para después recostarse a un lado mío colocándose boca abajo.

-Estoy agotado-susurró cansado.

-Lo sé cariño, será mejor que descanses, mañana será un nuevo día-me inque a su lado comenzando a hacer un masaje en su espalda siendo cuidadoso para no llegar a lastimarlo.

-El mentor sabrá quienes somos nosotros-se refería a su grupo ya que los había castigado por un mal entendido por el cual el mentor pensó que ellos no eran dignos de estar en una institución tan prestigiada como llegaba a ser la OSME.

-No te preocupes, dentro de poco lo pondrán en su lugar-estaba seguro que el profesor los conocería.

Le di un masaje por toda su espalda, sobandole en algunas zonas con más cuidado ya que el castigo les tocó caro, mis manos recorrían esa piel blanca, perfecta y suave, lo mejor de todo es que, solo yo la podía tocar.

ESPIAS I La ConexiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora