Ep 1: Mi nombre es Yasmina Lamrini ✔

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Narración omnisciente.

Eran las seis de la mañana cuando Yumi despertó en su casa, fué la primera de los cinco en despertar.

Desayunó, se bañó y se arregló para comenzar el día en Kadic.

A las siete, la alarma de los demás sonó para sacarles de la cama.

El día era prometedor, pues debían preparar su equipaje y partir hacia la academía para el comienzo del nuevo curso.

La nipona fue la primera en encomendar el camino a Kadic.

Durante su trayecto a la
academia los nervios florecían en ella.

Su cabeza no paraba de pensar y su subconsciente no paraba de repetirle lo mismo.

Yumi, tus amigos no se habrán olvidado de ti.

Sólo cuando les veas les saludas y verás
como todo sigue estando como antes.

¿Qué te ocurre?

Estas como un flan y tú no eres así.

Estate tranquila, no será para tanto.

Al cruzar por la entrada principal, una voz, algo irritante y burlona, la despertó de su trance.

-¿La rarita hablando sola? ¿Qué haces aquí tan sola? ¿Tus amiguitos dejaron de juntarse contigo?

Yumi no se rebajó a su nivel y solo la fulminó con su penetrante mirada. Pero sintió ganas de contestar tan hiriente como lo hizo Sissi.

-Parece que alguien me ha echado de menos este verano. Parece que sí, mis amigos no están conmigo pero... ¿Y los tuyos? ¿Cómo se llamaban esos dos friquis que tenías por amigos?

Elizabeth se enfadó tanto que decidió dejar hablar a Yumi sola apartándose de ella a mitad de frase.

Yumi se rió y empezó a encontrarse algo más cómoda, pues parecía que las
cosas serían como antes.

Siguió andando cuando un chico rubio con gafas se cruzó por delante de ella.

-¿Jeremy? -Dijo extrañada.

Se detuvo y analizó al chico.

-¡Jeremy! -Gritó como un loca y corrió en la misma dirección.

Jeremy pareció no escucharla, pero Yumi era más rápida que Jeremy y consiguió
alcanzarle.

Yumi le tocó con su mano en la espalda y el muchacho rubio consiguió frenarse.

-¡Jeremy! -Dijo entusiasmada y con la respiración agitada por la carrera.

Su amigo se sorprendió de que hubiera sido ella y balbuceó antes de contestar.

-¡Oh Yumi! Cuánto tiempo, pero debo irme, tengo el tiempo justo y no encuentro a Aelita.

-Eh... Está bien. Adiós. -Dijo dolida.

Le hubiera gustado que su amigo se hubiese detenido un instante a hablar con ella antes de que el timbre de clase sonara y este salió escopetado para no llegar tarde a clase.

Pero Jeremy parecía distante.

Apenada por no haber visto a ningún otro de sus amigos, se sentó en un banco, pues aún eran las ocho menos diez y le quedaba algo de tiempo antes de entrar en clase.

Aburrida viendo a los alumnos pasar, su mirada se encontró con el flequillo castaño de Ulrich y la cresta rubia y puntiaguda de Odd, pero decidió no salir corriendo tras ellos como hizo con Jeremy.

El regreso de Código Lyoko (Lyoko #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora