Capítulo 1: Has vuelto

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Han pasado muchas cosas estos últimos años, cosas que me son imposibles de obviar. Por ejemplo...

—Cariño, ¿has visto a mi hija?

—No, Señora no he visto a Star— respondió Valentina.

—Seguramente se fue al baño—dedujo Max.

—Yo acabo de salir del baño—comentó Olivia.

—Ay, no.

Sin pensarlo dos veces, todos en la fiesta empezaron a buscarme. Desgraciadamente yo me encontraba lejos de mi casa, estaba enfrente de un rostro algo joven, ojos verdes y unos cabellos rojizos como los míos, nuestra piel era la misma y tenía en las mejillas unas cuantas pecas como las que oculto yo con base.

Sin duda estaba cara a cara con mi padre. Jamás en la vida imaginé conocerlo.

—Rose, te ves tan hermosa—dijo el hombre mirándome con un brillo en sus ojos.

—¿Quien es usted?—pregunté esperando a que respondiera lo que ya había deducido.

—Yo soy tu padre—respondió acariciando mi rostro—. Ya no estás sola, mi amor. Yo te voy a cuidar.

Mi sangre empezó a hervirse.

—¿Y cómo por qué pensás que te necesito?

—Bueno, yo...

—¿Por qué pensás que te seguía esperando?—interrumpí con otra pregunta—Hace mucho me cansé de esperarte.

—Hija, dejame...

—Me cansé de preguntarle a mi madre cuando volvería mi "papá"—volví a interrumpir—, me cansé de esperar a quien me cargara y me llamara "su princesa", me cansé de ver tu silla vacía en el agazajo del día del padre... ¿Sabés cómo me sentía cada maldito 19 de marzo?—metí mi dedo índice en mi oreja, no merecía que llorara por él—Todas las noches miraba por mi ventana a las estrellas, preguntándome:"¿papi será una de ellas? "... Ni siquiera sabía si seguías vivo. Te fuiste como si nada, dejandonos a mi y a mi madre solas y ahora volvés como si fuera normal estar ausente durante más de una década... Y eso, no fuiste capaz de ir a mi casa, me secuestraste e hiciste que me trajeran aquí.

—Es que no fue fácil...

—No fue fácil lo que yo viví, pero aquí me ves ¿no?—alcé la voz—Existieron oídos que se deleitaron al escuchar mi primera palabra, no fueron los tuyos y a pesar de eso fuiste la primera palabra que pronuncié; Si hubo quien me lea un cuento, pero no fuiste vos quien los leyó; lucharon por todas mis necesidades, pero no fuiste vos quien luchó; aprendí sobre la vida y no fuiste vos mi maestr; tuve quien me cuide y me ame, ese no fuiste vos; viví tantas cosas sin necesidad de tu presencia—cayeron mis lágrimas—¿por que la necesitaría ahora?...¡Ya pasaron 15 años! ¿¡Por qué te querría ahora si ya es tarde!?

—Porque yo no fui quien quiso alejarse, Rose—respondió con lágrimas en sus ojos—fue la sociedad quien nos separó.

—No voy a creerle eso a alguien que manda un par de hombres a secuestrarme—rodé mis ojos.

—Lo del secuestro fue un malentendido, te explico...

—¡No quiero explicaciones de un extraño! ¡Quiero irme a mi casa!

—Hija, solo quiero festejar tu cumpleaños con vos.

—¡Mi cumpleaños fue ayer!

—Espera ¿hoy no es viernes?—preguntó irritandome aún más—... Oh, vaya...—agachó la cabeza y colocó su dedo índice en la oreja, como yo suelo hacer—. Lleven a la niña de vuelta a su casa.

¿Odiarte? ¡Imposible! [#2] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora