Capítulo 15

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Mis ojos no daban crédito a lo que estaba viendo y escuchando. La veía nerviosa y gesticulaba demasiado. Pablo. A partir de ese momento solo quería saber que había pasado pero el corage me cegó.
-No puedo creer que aceptara su propuesta, ahora tendré que hablar con Hugo y él me odiará, aunque no se si ya lo hace...
Se giró y nos miramos, nuestros ojos conectaron y ahí estaba otra vez esa corriente.
-Yo no te odio, sería imposible.
-Oh, lo siento. ¿Qué haces aquí?
-Venía a disculparme por lo de esta noche y esta mañana.
- No te preocupes un error lo tiene cualquiera, es normal mirame y mirate, quién iba a pensar nada...
- Me refiero a salir corriendo.
Se puso roja es evidente que mi beso le marcó, Mada observaba el duelo que teniamos y al ver la tensión que había en el ambiente decidió irse media hora antes a trabajar.
-Hoy dormiré aquí contigo o ¿prefieres dormir con Rafa?
¡Lo confieso! eso lo dije porque tenía rabia pero es que ese beso tenía que haber sido mío. Realmente aún no sabía que sentía, pero era una atracción tan grande como la de un imán.
-Dormiré sola.
-¡Tonterías Ángela! No puedes quedarte sola, sabes que tus pesadillas aparecen de vez en cuando y te pones muy mal, Hugo tiene que dormir contigo o incluso Rafa, ni yo ni Rosana estamos aquí esta noche.
-Yo sé controlarme sola.
-Lo poco que llevo viviendo aquí te ha dado con frecuencia, tienes que dormir acompañada. Fin de la discusión.
Mada estaba indignada con la actitud de su amiga no hacía falta nada más que verla para saber que era así, tenía un caracter de mil demonios y parecía que no había roto un plato en su vida.
-Si no quieres dormir conmigo se lo digo a Rafa...
-¡No! Tú mejor, con Rafa discutí por su aliento.
No podía haber escuchado eso, jodida Ángela siempre me hacía reir por algo.
-¿De qué te ries?
-De lo del aliento...
-Le olía y sabía mucho a pescado, me acuerdo y me dan arcadas pero me cae bien.
-¿Cuál beso te gustó más?
Las palabras salieron de mi sin filtro de repente fue una necesidad  saberlo.
-Ninguno me pareció correc...
-Rosana llevaba mucha razón cuando decía que necesitabais follar, menuda tensión sexual chavales, normal que estéis a la defensiva siempre. Bueno Ángela me voy a trabajar he cogido las llaves de tu coche y tranquila lo traeré intacto. Hasta mañana Hugo espero verte aquí cuando llegue porque si no te cortaré las pelotas.
Ángela no pudo responder porque Mada se fue, de pronto recordé que escuché algo que me tenía que decir y la curiosidad ahondó en mí.
-¿Qué era lo que me tenías que contar?
-Menuda mierda.
-¿Qué has dicho?
La escuché a la perfección pero quería que me soltara lo que tenía que soltarme y no lo hacía. Empezaba a ponerme nervioso.
-Dios.. h-he ido a una cafetería y me me h-he encontrado a... a Pablo... y justo tú me h-has llamado... y-y yo... la he liado... y
-Tranquila, cuentamelo desde el principio que no entiendo nada.
Empezó a relatarme todo desde la academia y no pude flipar más, como dice mi madre flipo en colorines. No pude creer que le dijese eso a Pablo, pero estaba dispuesto a ayudarla aunque con una condición.
-Bueno y eso es todo, de verdad lo siento, me vas a matar, eres mi puto profesor no alguien que se hace pasar por mi pareja..
-Lo haré con una condición.
Se sorprendió ante mi respuesta y frunció el ceño.
-Qué...?
-La primera, que me cuentes todo lo que fue tu vida con Pablo y la segunda que antes de quedar con él vivamos una semana como pareja, incluyendo los momentos que puedan surgir.
El pulso me iba a mil por hora no había nada que me apeteciese más que pasar tiempo con ella, era todo muy raro ¿Cómo en un periodo tan corto me podía gustar una persona tanto? No quería hacerle daño pero necesitaba esto, necesitaba conocer más de ella.
-Eres mi profesor no...
Le cogí la cara y la besé en la frente.
-Dejate llevar.
En ese momento yo no sabía lo rota que estaba ni la baja autoestima que tenía. Me besó en la mejilla y se liberó de mi agarre.
-Cuando conocí a Pablo tenia 18 años, yo era la típica nerd a la que la tenían por empollona y que me juntaba con las que eran consideradas las pringadas de clase, aunque tengo que dejar claro que para mí jamás ha sido esa la realidad. Pablo tenía 21 era mayor que yo y era el más popular del instituto, continuamente sus amigos me hacían bullying y él también se reía.
Respiró y continuó relatando la historia pero creedme que cuando viese a Pablo me costaría contenerme.
-De repente un día empezó a rondarme y a cortejarme por así decirlo, vamos hablando claro quería ligar conmigo. Yo era pequeña e inexperta y me enamoré ciegamente, los dos años primeros de la relación fueron los mejores de mi vida, mis amigas y yo eramos una piña y además tenía un novio que me quería y le daba igual lo que la gente pensara. ¿Qué más pedir? Acabamos el instituto en su caso el ciclo que estaba haciendo y yo pasé a la universidad. Empecé a conocer gente y curiosamente había gente que conocía a mi novio y lo conocían de otra manera, es decir, yo no tenía novio por así decirlo, él estaba con otra totalmente diferente a mí, cómo lo quería lo perdoné y pasaron tres años en los que yo a pesar de todo seguía queriendolo.
Llamaron al timbre, le di un beso y me levanté para abrir.

¿Casualidad o causalidad?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora