Ya hace dos días desde que me fui del despacho de Hugo, fue increible, y no chicos no nos hemos vuelto a ver. Cuando me levanté y me tomé mi maravillosa tostada de aguacate pensé en la noche que tenía que llegar y no sabeis el mal cuerpo que se me puso, en efecto era el gran día. Pablo venía a casa con su novia y yo estaba impaciente por ver a Hugo, no podía parar de pensar en sus ojos, y en su boca mientras nos acostamos. Y no idialiceis en la vida hay polvos buenos, polvos malos y regulares y todos pasan con la persona a la que quieres. Ese fue buenisimo cabe destacar.
Hugo:
Tengo ganas de verte.
Sonreí como una tonta, un simple mensaje y me volvía loca, yo también tenía ganas de verlo, muchas. Demasiado tiempo sin ver su mirada teniendo en cuenta que lo veía en la universidad o lo veía en su casa en las clases de francés. Me entristecia sobre manera pensar que en unos días eran los exámenes e iba a separarme de él por un tiempo, navidad se acercaba y cada día me sentía más evalentonada para contarle mi secreto pero me costaba mucho abrirme después de todo el daño que me habían hecho y pensaréis ¿Qué culpa tiene él? La verdad ninguna pero a veces somos así de cobardes.
-Estás muy pensativa Ángela.
Mi familia... mi familia es ella. Es lo único que tengo verdadero.
-Rosana estoy temiendo lo peor con la cena de hoy no sé como actuar y tengo miedo de que todo lo que he vivido con Hugo, teniendo en cuenta que es mi profesor, se vaya a la mierda.
-Todo irá bien, si te sirve de consuelo he invitado a Rafa y nos uniremos a vosotros.
-Gracias amiga, que haría sin TI.
-Nada, ya no sabrías vivir sin mí. Me quieres demasiado.
-¿Vas enserio con Rafa?
-Lo conocí antes de tener el accidente y tuvimos un rollo pero fue cuestión de dos semanas.
-No me habías contado nada bruja
-Ni que tú me contarás todos los polvos que echas.
-No te cuento nada de eso básicamente porque no tengo vida sexual.
O mas bien tenía pensé, no se lo iba a decir quizá en otro momento.
Llamé a un restaurante y encargué la cena. ¿Sería muy guapa? Mejor cuerpo que yo seguro que tenía, esperaba que a ella la tratara mejor que a mí, conmigo se portó mal.
Dejé de pensar porque llamaron al timbre. Y era el bombón de mi ''novio'' llevaba puesto una chupa de cuero, unos pantalones negros y una camiseta negra que me recordaba a cierto cantante que me encanta.
-Aún no es la hora...
-Venía a preguntarte como había ido el día.
Lo dejé pasar y la puerta se cerró cuando me apoyó contra ella y me besó.
-Ahora que estás aquí mucho mejor la verdad
-Te echaba de menos...
-Hugo... no estamos solos
Dije todo esto mientras me besaba el cuello. Mi debilidad.
-Me dan igual tus amigas.
-Pues si te damos igual podemos mirar ¿no?
-¿Te va eso Rosana?
-Tengo gustos... peculiares.
Nos reímos los tres y pusimos algo de picoteo en la mesa para tomar la cerveza.
-¿Qué harás en Navidad? Me puse tensa en ese instante e intenté disimular.
-Este año nada, tengo a los niños que se presentan en diciembre y no puedo dejarlos solos, en casa no celebramos mucho la navidad.
De cierta manera no le estaba mintiendo. Rosana me miró interrogante.
-¿Y tú?
-Yo no sé que hacer iré a mi pueblo a cenar supongo y a ver a mis sobrinitos.
-No sabía que tenías sobrinos.
-Tengo una hermana y...
-Un hermano. Terminó Rosana ahora la que la miraba extrañada era yo a ella. Se palpaba en el ambiente que todos ocultabamos cosas.
-Y un hermano.
-Hugo te apetece ir a mi cuarto?
-Si follais no griteis mucho, los vecinos se quejarán, voy a ver a Rafa.
-Gilipollas.
-Hay mucho que no sé de ti, no vamos a engañarlo es muy listo.
-Ven y te cuento.
Una vez en mi cuarto me contó que su color favorito era el azul y yo me burlé porque era un topicazo, le conté que el mío era el morado. Nos contamos cual era nuestra estación favorita, y nuestro lugar favorito en el mundo. Y París, en París coincidimos, y joder no sabéis lo que me entró por la columna vertebral, si os cabe alguna duda yo ya estaba enamorada y hasta las trancas y es en esos momentos es cuando la caída mas baja es la que más daño te hace.
Nos besamos y nos besamos con ganas y volvimos a hacer el amor una vez más increible y no quería acostumbrarme a esto. No podía. Nada me salía bien nunca.
-¿Te ha gustado? Su pregunta me pilló de total improvisto.
-Mmm dejame que lo piense. Me subí encima suya y lo besé.-Me ha encantado
-Ya lo sabía te has corrido tres veces es que me gusta que lo digas.
-Oye...
- Dime cariño
-Yo de verdad te gusto ? O todo esto forma parte de la parafernalia de aparentar.
-Ángela si no me gustases no me habría acostado contigo. Me encantas nena.
-Soy tan distinta a ella... y llevabas tanto tiempo.. que me hace estar tan insegura. No sé.. voy a darme una ducha.
-Te acompaño nena.
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¿Casualidad o causalidad?
ChickLitÁngela es enérgica, agotaría la paciencia de cualquier persona, quizás eso sea parte de su encanto. Estudia cuarto de carrera y además trabaja por la tarde en su propia academia de idiomas, pequeñita pero que no le va nada mal. Hugo, un profesor su...