Capítulo 17

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La llamada que recibí mientras hablaba con Rosana era de Pablo. Quería quedar en cuatro días para la cena conjunta que le expliqué a Hugo realmente no sé si hice bien en involucrarlo acepté sus condiciones y eso significaba que tendría que acostarme con él (solo si se diese la ocasión) y eso me tenía de nervios, eso y que mi amiga en breves volvía a casa y tenía muchas cosas que contarle.
-¿Cómo te encuentras?
-Jodida.
-Anda yo pensaba que estabas para correr una maratón. Se rió, creedme cuando os digo que había echado de menos mucho esa risa, no soportaba verla incosciente.
-¿Te lo has tirado ya?
-Enserio preguntas eso después de días en coma.
-¿No lo ves?
La gente nunca entendería nuestra amistad, estabamos siempre de trifulcas tontas aunque no podiamos vivir la una sin la otra.
Le puse al día de todo, de Pablo, del nuevo compañero de piso de Hugo, Rafa, de mi renuncia al erasmus y de mi trato con Hugo sobre todo de eso último.
Vinieron sus tíos  y le dije que continuariamos más tarde con la charla ahora tenía un día duro por delante. Hugo era tan guapo, ¿Qué pensarían las de clase si supiesen esto? No quería ni imaginar las de rumores que iba a originar ¿Y Alicia? No quería ni pensarlo.
-Es un buen muchacho. Esa voz era el padre de  Rosana que para mí era super especial.
-Sí Paco, lo es.
-Es lo que necesitas, te trata bien y pareceis felices juntos. ¿Pero qué imagen dabamos dios mio? Tenía que dejar de ir con él a los sitios.
-Solo es mi amigo.
-Muchacha sabes que yo nunca engaño y creeme que cuando alguien se mira como os miráis es que hay algo más. Pobre Paco la imagen que estaba creandole.
-Que va Paco yo soy lesbiana y tu hija es mi novia.
El pobre hombre palideció y empecé a reirme mucho.
-¿Es broma verdad? No veo yo a mi hija haciendo la tijer...
Lo corté antes que soltara una de las suyas delante de tanta gente.
-¿Tan mala nuera sería para ti?
-Ay Ángela, eres como una hija más, vaya cachondeito tienes jodia.
Hugo se acercó para decirme que lo habían llamado de una agencia para un contrato, me despedí de Rosana y la familia, después fui a casa, tenía un examen y no había tocado un apunte. Mientras ibamos en el coche había tensión increible,  solo lo buscaba con la mirada continuamente, mis barreras se estaban debilitando.
No sabía que decir ni hacer, estaba totalmente cohibida no me salía el habla del cuerpo, a todo esto le sumaba la preocupación por el examen. Cuando aparcó yo seguía en mi mundo y pensando en todo lo que me había cambiado la vida.
-¿Cuál es tu color favorito?
No lo escuché a la primera como os he dicho yo muchas veces me iba, ¿Dónde? Ni siquiera lo sé. Al ver mi cara interrogante me lo volvió a preguntar'
-¿Cuál es tu color favorito?
-EL morado, pero y eso para qué quieres saberlo.
-Se supone que somos pareja, si nos preguntan, hay que saber de nosotros.
- Sabes más de mí que muchas personas que conozco de años, la que no sabe nada de ti soy yo.
Se acercó a mí y me besó, fue un beso intenso y lento. Esto se estaba saliendo de lo normal y yo iba a consentirlo, necesitaba consentirlo.
-Estos son mis besos favoritos para que  sepas algo ya. Vamos a tu casa y te cuento, cielo.
Abrí la puerta y me quedé muerta cuando me encontré una gran grieta en el salón. Llamé a la casera para que nos arreglaran eso, otra preocupación más que no iba a imaginar en lo que iba a desencadenar. Mientras esperaba a Mada seguía hablando con Hugo.
-Elegí francés por que mi madre era de Francia y siempre he soñado ir allí a vivir con ella, mis padres son separados y siempre he estado con mi padre y mis dos hermanos, David y Alejandro. Mi madre venía de una familia pobre, era alcohólica y no podía mantenernos y mi padre decidió hacerse cargo de nosotros solo, papá murió el año pasado y yo que soy el mayor descubrí en su caja fuerte un documento en el que ponía que él era estéril, es decir, el que creía que era mi verdadero padre no lo era. Hay una carta para cada hijo donde supongo que nos explicará todo, digo supongo porque no he sido capaz de abrir esa maldita carta. Hace unos meses contraté un detective privado para asegurarme de si mi madre vivía y no había sido sucumbida por los efectos de las drogas y el alcohol y en efecto está viva pero nunca he sido capaz de acercarme a ella. Esto nunca lo he hablado con nadie, ni con mis hermanos, ni tios, ni siquiera con mi pareja.
Al decir eso último debió de deparar en mi gesto de no entender nada.
-Ya no estoy con ella, no te preocupes.

¿Casualidad o causalidad?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora