¿Casualidad o causalidad?

Capítulo 24

He vuelto, sabía que me echabais de menos pero a Ángela esto se le da mejor que a mí. Aquel jodido despertar, como me gustaba dormir a su lado, solo quería abrazarla y sobre todo besarla. La noche había estado tranquila me dediqué muchos momentos a verla descansar. Y cuando abrió esos ojos, esos ojos que me traían loco no pude evitar que mi corazón latiera fuerte y a pesar de que Rosana nos interrumpiera cuando se duchó y arregló no dejé que saliera de la habitación.
-No se que hacer para que hables conmigo, necesito de tus besos..
-Hugo, no, ahora no.
-Cariño... te necesito, mirame.
-Déjame salir.
-Mirame
Y cuando levantó la mirada, la besé, en sus labios se estaba en el séptimo cielo.
-Cariño te echaba de menos.
-No mientas, ni siquieras me has enviado un mensaje y encima me suspendes, a parte de que no asististe al examen.
-No quería verte, y como las prácticas las daba Laura ella se encargó, me echaste de tu casa, no querías saber de mí. Cómo querías que actuase.
Ahora fue ella la que me besó, quitó mi pijama y me llevó a la ducha, esta mujer iba acabar conmigo y cuando me metió ella se quedó fuera.
-Ahora quitate la ropa y entra aquí conmigo.
-No, ahora voy a desayunar, cuando acabes con eso y con esto (señaló mi pene) bajas.
Cuando salió la llamé pero solo escuché sus carcajadas, maldita bruja.
El desayuno fue muy completo, zumo de naranja, tostadas, tomate con aceite y sal, cereales, yogures, leche y frutos del bosque, como a cada uno le gustaba una cosa había gran variedad. Pablo no paraba de mirar a Ángela y eso me tocaba lo que venia a ser los cojones, con ella era muy territorial la sentía mía, mi otra mitad. Nunca le dije que estaba enamorado de ella, soy más de hechos que de palabras y que la asquerosa de Sandra me besara aquel día solo hizo que mi relación se jodiera un poco más con Ángela. Esto no podía ser una casualidad, aquí había una gran causalidad. Creedme. Las chicas quisieron ir a montar a caballo y nosotros pues nos apuntamos pero como no había suficientes caballos ibamos dos en cada uno menos Rosana que iba a parte ya sabeis por su reciente accidente, ella no queria arriesgarse entonces Rafa llevaba el caballo y ella iba en una carretilla. Si los vieseis eso era de chiste. Amar en tiempos revueltos. Ángela al principio se negó a subir conmigo pero finalmente la obligué, seguía enfadada conmigo y de cierta manera la comprendía Pablo se había reído de ella en su cara y pues la verdad es que verme en esa situación con mi ex con la que he salido tantos años y con la que supuestamente no me hablaba la debió de confundir mucho.
-Que bonita estas cariño.
-Pero si voy en chandal
-Tu estas bonita hasta con florero en la cabeza.
-No intentes disuadirme, seductor.
-Para eso solo necesito atacar tu cuello. No señores esos no eramos nosotros, eran Miguel y Mada, nunca había visto a ese tío pero me sonaba de algo y la verdad no me daba muy buena espina pero yo ahí no tenía nada que ver.
-Hugo
-Dime, cielo
-Me estoy haciendo pis
-Espera pronto llegaremos a la cascada y podrás evacuar.
-Lo dices como si quisiera cagar
-Que fina eres cariño.
Me dio un codazo con el que casi pierdo la estabilidad en el caballo y le mordi la oreja y acercandome le susurré
-Preparate esta noche en la ducha he visto que el hidromasaje tiene muchos chorritos.
-¿Quién te dice que me vaya a meter contigo en la ducha? ¿Y si quiero un baño?
-Pues te follo en la bañera...
-Vaya vaya parece que la parejita está arreglando sus diferencias.
Sandra atacaba de nuevo y encima con recochineo y retintin. Como me alegro de que mi hermano se la tirara, me abrió los ojos. Ante la respuesta de Sandra Ángela me besó. Un beso húmedo y territorial.
-¿Por qué no vas a molestar a tu novio pesada?
Los ojos casi se me salen de las órbitas y solté una carcajada mi niña tenía uñas y las estaba sacando. La cascada era maravillosa, la naturaleza siempre me ha gustado más que la playa y mira que los madrugones en Peñiscola en casa de mis padres y el yoga en la playa tan tranquila con la brisita es de lo mejorcito que hay o una paellita valenciana en un chiringuito de playa acompañada de la famosa sangría española, esa a la que los guiris les gusta tanto. En ese lugar pasé los mejores veranos de mi vida, ahí toda la familia reunida, abuelos, tios, primos, maravillosos años aquellos. Ahora van a ser las navidades y este año no puedo pasarlas con ellos porque tengo una conferencia en Francia y he decidido pasar la nochebuena allí una manera distinta de entrar en las navidades.

-Hugo!
-Dime
-Me has escuchado? -No Ángela, dime
-Voy a hacer pis y ahora me meto en el agua, ve mientras tú.
Mientras Ángela hacía sus necesidades biológicas, nosotros hablabamos de sueños que nos gustaría cumplir para nuestros cumpleaños, manera bonita de celebrar que te vas haciendo viejo.
-A mí me gustaría viajar a Nueva York pero no tengo pasta suficiente. Rafa era el típico al que le encantaba viajar y no tenía un duro por eso.
-A mí comprarme un coche. Para Rosana era su primera necesidad y en ese momento se nos unió Ángela.
-A mí que me toque la lotería. Dijo Mada y Miguel se dio un paseito haciendo como que él era su lotería. Iluso.
-Nosotros no queremos nada teniendonos nosotros lo tenemos todo. Y Pablo besó a Sandra, solo me dieron ganas de potar.
-¿Ángela y tú? Que te gustaría... pronto es tu cumple y no has dado ni una pista.
Como que pronto era su cumpleaños y esta mujer cuando coño pensaba decirmelo.
-No quiero nada chicos, ya sabeis que la fecha de mi cumpleaños no me gusta.
-Pero cuando es nunca me lo has dicho.
Antes de que ella contestara Pablo saltó.
-23 de diciembre.
Me cago en todo lo cagable, como me molestaba que el tipo supiera mas que yo de mi novia, yo la consideraba mi novia.
-Bueno di ya, que querrías. Rosana y sus ganas de sacarle a Ángela las cosas.
-No quiero nada y respecto a lo que me gustaría a parte de salir de aquí porque el agua está helada y darme un baño caliente. me miró con sonrisa insinuadora.-Es ir a París.
-Casi os follais con la mirada, cerdos.
Ignorando las provocaciones de la profional de Rosana mi cabeza era un mecanismo que iba a cien por hora yo tenía el congreso en Marsella y de ahí nos podríamos desplazar a París, tenía el regalo perfecto.
Mientras Ángela hablaba con Rafa y Mada y disfrutaba yo aproveché para hablar con Rosana.
-Tía ya sé que le voy a regalar a Ángela.
-Yo le he comprado las entradas para ver Anastasia en Madrid ¿crees que le gustara? Le compraré algo más porque no estoy segura...
-Le voy a regalar un viaje a París.
-Wow, sin duda va a flipar, aunque en verano...
-No no, ahora en navidades, hoy compraré el vuelo. Y mañana delante de todos le organizaremos una fiesta sorpresa mientras alguien se la lleva de caminata ¿Que te parece?
-Una idea maravillosa, todo sea por ella.
-Desde luego, daría todo lo que tengo por ella.
Y en ese momento chicos me di cuenta de que ya no tenía escapatoria.