Mejor cuando es audaz. #1 [Jikook]

Nueve.

JIMIN

—Solo iba a esperar hasta que te viera en el trabajo para preguntar, pero la situación es más grave de lo que pensaba.

Gemí y pasé un brazo sobre mis ojos con todos mis músculos rígidos tratando de enderezarme. Estaba solo en el sofá y Jungkook estaba, obviamente, en el teléfono. La luz de la mañana estaba golpeándome en la cara y tenía un calambre en el cuello por sostener a Jungkook cerca de mi pecho toda la noche.

—Sí, todo se ha ido. No hay ropa, ni libros, ni nada. No estoy seguro de cuánto tiempo tendré que estar contigo, pero mi departamento no es seguro.

Lo oí murmurar algo y decir un silencioso "gracias", entonces sus pasos, cuando él volvió a entrar en la sala de estar. Se sentó en el brazo del sofá y me miró. Levanté mi brazo para mirarlo a los ojos. Estaba mordiendo su labio inferior, así que sabía que estaba incómodo.

—Mi amigo Taehyung vive a unas seis cuadras de aquí. Voy a ir a quedarme con él. Nadie sabe que hablo con él dado que realmente solo somos compañeros de trabajo, por lo que debería estar bien, seguro.

No sé por qué pensaba que iba a discutir con él, así que puse el brazo hacia atrás sobre mis ojos.

—Yo te llevaré.

Se aclaró la garganta y suspiré porque era evidente que no iba a dejar que regresara a dormir. Algo se había metido debajo de su piel en algún momento entre el usarme como una almohada y despertar.

—Todavía realmente quiero ayudar a encontrar a Hoseok, asegurarme de que esté bien. Después de la noche anterior y lo que me dijiste, no estoy seguro de cuan honesto es tu motivación para ayudarlo.

Era temprano, estaba dolorido, de mal humor y no tenía ningún interés en tratar de convencer al chico santo que yo no estaba tras Hoseok para causarle más problemas. Bajé mis pies al suelo, encontré mi camiseta y la puse sobre mi cabeza. Mis dientes se sentían asquerosos y necesitaba, malditamente rápido, una pastilla para el dolor de cuello. Le di una mirada impaciente mientras me ponía mis botas.

—¿Necesitas algo de dinero?

Él parpadeó.

—¿Disculpa?

Juré y me empujé sobre mis pies. Estaba hambriento. Tenía que deshacerme de él y encontrar algo de comida. Jungkook se estaba metiendo con mi juego y mi cabeza. No tenía tiempo para ninguna de esas tonterías.

—Efectivo, dinero, monedas… ¿Qué si necesitas algo de dinero para conseguir ropa y esas cosas hasta que puedas valerte por ti mismo?

Jungkook inclinó la cabeza hacia mí como si no entendiera de lo que estaba hablando, por lo que maldije en voz baja y saqué un par de billetes y se los metí en la mano.

—Vámonos. Me muero de hambre y he tenido suficiente de esta casa. —Me dirigí a la puerta principal, sin molestarme en ver si me seguía o no. Actuaba con miedo, y me irritaba. No había hecho nada escandaloso y estaba actuando como si hubiera cumplido con mi amenaza de la noche anterior.

Lo oí luchando detrás de mí, y antes de que pudiera llegar al auto, me detuvo con una mano en mi codo. Trató de empujar el dinero hacia mí pero me lo quité de encima y me dirigí a la puerta del conductor.

—No puedo aceptar esto de ti. No somos amigos. Ni siquiera creo que estemos en el mismo equipo ya, y no quiero tener nada que ver con tu empresa criminal.