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Narra Magnus

-¿Qué no me estás diciendo?- dice Alec frunciendo el ceño.

Tomo una bocanada de aire y me levanto para poder mirar los ojos color hazel de mi Alexander.

-Este pentagrama no es para traer a Asmodeus a la Tierra.- digo mientras siento un escalofrío correr por mi espalda. -Es para mandar a alguien a Edom.- siento nauseas al ver cómo Alec me mira tratando de entender. -En este caso... Yo.- digo tratando de mantenerme calmado y veo como Alec se tensa.

-¡Absolutamente no!- dice alzando la voz y yo niego con la cabeza estresado.

-Necesitamos la ayuda de mi padre.- digo alzando un poco la voz, pero la bajo cuando lo noto. -Y el servicio de celular allá abajo es horrible.- digo tratando de aligerar el ambiente, pero veo como el enojo de Alec se multiplica.

-¡Esto no es gracioso!- dice con el mismo tono de voz y yo tomo otra bocanada de aire.

-¿Preferirías que te dijera lo aterrado que me siento ahora?- digo colocando una mano en mi vientre y él niega con la cabeza.

-Esto es una locura.- susurra y me acerco a él.

-Dime que Jace no vale la pena.- digo retándolo y veo como baja su cabeza quedándose callado. -Vamos a terminar con esto...- le palmeo el hombro y me volteo hacia el pentagrama.

Utilizo mi magia para poder activar el pentagrama. Al hacerlo veo cómo sale fuego a través de toda la estrella. Mi consciencia me dice que no lo haga, que tiene que haber otra solución. Pero no le fallaré a mi Alec. Acaricio mi vientre inconscientemente y doy un paso hacia adelante. Antes de que mi cuerpo tocara el fuego siento como alguien agarra mi brazo bruscamente. Me volteo viendo los ojos cristalizados de Alec.

-Vas a volver... ¿Me escuchas?- mis ojos se llenan de lágrimas mientras coloco mi mano en su cuello y doy una pequeña sonrisa.

-¿Por qué no lo haría?- pregunto mientras le doy una mirada completa al rostro de mi cazador. -Mira lo que tengo esperándome.- digo tratando de sonreírle.

De repente él estrella sus labios contra los míos. Con mi mano en su cuello lo acerco más a mí para poder besarlo más profundamente. Nos mantenemos unos largos segundos en la misma posición. No lo quiero dejar, no ahora. Cuando siento que el aire deja mis pulmones me volteo rápidamente y camino hacia el pentagrama. Si volteo a verlo, no podré hacerlo, no querré hacerlo. Mi cuerpo se adentra al fuego, rechazándolo bruscamente. Estoy tratando de no llorar de dolor. Sé que si lo hago, Alec me va a sacar del pentagrama y no me dejará ir a donde mi padre. Me volteo hacia él haciendo muecas de dolor y veo sus ojos clavados en cada movimiento que estoy haciendo.

-Te amo, Alexander.- digo entrecortado y veo cómo él cierra sus puños, se que está tratando de no sacarme de aquí.

-Yo también te amo.- al escuchar esas palabras un grito de dolor salió de lo más profundo de mi garganta. 

Cierro mis ojos con fuerza mientras siento cómo el calor se apodera de cada centímetro de mi cuerpo. Trato de cubrir mi cuerpo, pero nada funciona. De repente, el calor se fue. Abrí mis ojos y me coloqué en pie.

Estoy en Edom. Todos estos siglos luchando para no pensar en este lugar, y aquí estoy. Puedo ver como los demonios en forma de dragones rugen y vuelan por los aires. Todo estaba en llamas y no podía no sentirme familiarizado. Mi cuerpo se tensa al sentir como algo pesado cae a mis espaldas. Me volteo lentamente asustado, solo para encontrarme con uno de los dragones.

-¡NO!- es lo único que logro decir antes de que el animal se arrojara encima de mí.

Puedo escuchar sus pensamientos, pero estoy demasiado asustado para prestarles atención. Esto nunca me había pasado. Soy parte demonio, no tengo nada en contra de ellos.

"Sangre de ángel."

¿Qué? ¿Eso fue lo que estaba pensando ese animal? Soy un brujo. El hijo de uno de los príncipes del infierno.

-¡BASTA!- siento como el dragón se sale de encima de mí bruscamente y yo vuelvo a respirar.

Mi cuerpo se coloca en pie como si alguien más lo estuviera controlando. Mi vista se levanta, solo para encontrarme con unos ojos como los míos.

-Bienvenido, hijo...- dice sonriendo mientras yo lo fulmino con la mirada.

Un segundo después estoy frente al trono de mi padre. Dos demonios me están agarrando fuertemente por los brazos, lastimándome. Trato fr no gemir de dolor, no lo haré frente a ese hombre.

-En serio nunca creí que te volvería a ver por aquí...- dice mientras acaricia su bastón. -Supongo que necesitas algo. ¿O me equivoco?- dice con su voz llena de veneno y yo rompo el contacto visual. -Dime lo que quieres. Haré lo que sea por mi hijo.- siento como los demonios apretan más mis brazos y muerdo mi labio mientras cierro mis ojos.

-Todo lo que haces siempre tiene un precio.- digo como puedo y él sonríe. -Te doy una pequeña parte de mi magia. Solo dame fuerzas para sacar a alguien de las garras de la reina de Edom.- él borra su sonrisa y frunce el ceño.

-En toda tu existencia nunca habías hecho algo así. ¿Por qué ahora?- dice simulando que le interesa mi vida. -Debe ser algo relacionado con el amor, ¿no? Siempre fuiste una buena débil respecto al amor, pero... Me gusta tu oferta, pero tendré que rechazarla...- dice volteándose, pero yo no me rendiré tan facil.

-¡ES LO ÚNICO QUE PUEDO OFRECERTE! Siempre la quisiste, lo sé.- digo gruñendo y él se voltea.

-La quiero toda.- dice serio y yo abro mis ojos como platos. -Y si no le la das... No solo no voy a darte nada, sino que le haré daño a quien sea del que estés enamorado ahora.- trato de zafarme de los demonios.

Él se acerca a mí hasta que quedamos a solo unos centimettos de distancia. Iba a decir algo, pero se calla bruscamente. Su ceño se frunce mientras mira todo mi cuerpo.

-Sangre de ángel...- susurra y me confundo una vez más.

Su mano se levanta y va directamente a mi vientre. Al ver lo que va a hacer levanto mi pierna y lo pateo lejos. Un demonio pateó mi rodilla haciéndome gritar hasta caer de rodillas.

-Tienes un cazador de sombras en tu vientre.- dice sonriendo mientras se acerca otra vez a mí.

-No, por favor... Haré lo que quieras, pero no metas al bebé en esto.- digo mientras lágrimas caen por mis mejillas.

Él agarra mi cuello fuertemente haciendo que me duela. Me obliga a mirarlo y yo con gusto lo hago.

-Me darás TODA tu magia, y dejaré a mi yerno y a mi nieto en paz, y te daré la magia necesaria para sacar a ese alguien de la posesión de Lilith.- dice sonriendo y yo me tenso.

-¿Por qué me das tanto si te estoy dando tan poco?- pregunto, aunque sé que no voy a recibir respuesta.

-Oh, cariño. No sabes lo que puedo hacer con tu magia.- coloca una mano en mi frente y todo se vuelve negro.

~

Alv. Hola xdxdxdxdxd

¡BIENVENIDOS AL PRIMER CAP DE ERCHOMAI! Lo c, no se entiende nada, pero bueh D':

Solo quiero hacer una 3B a mi modo, con Mpreg (obvio :D) y MUSHO Malec ahr

When things get crazy...

Erchomai - MALEC (Mpreg)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora