Luego de un par de horas más, suena el timbre que indica el receso. Mi lindo novio, que estaba en una clase diferente a la mía, se me acerca.
—¿Vamos a la cafetería? —pregunta.
Sonrío.
—Claro.
Dejamos las cosas más pesadas que hay en nuestros bolsos en los casilleros y empezamos a caminar. Cuando llegamos al comedor, agarramos una bandeja y nos acercamos a la barra donde por suerte no hay fila para servirnos.
Veo que Fred se sirve bastante comida.
—Alguien tiene mucha hambre... —me río— Lo siento, fue mi culpa que no desayunaras —digo, porque temprano, aunque le dije que pasaríamos comprando algo en el camino, no pudimos hacerlo.
—No te preocupes, ¿pero qué fue lo que sucedió? Me habías invito a desayunar en tu casa.
Con una pinza de emplatar tomo un puñado de ensalada y la pongo en mi plato.
Suspiro.
—Es que discutí con mamá porque me castigó injustamente por la hora en la que llegué.
—No fue injustamente, hubiese hecho lo mismo si fuese ella. Yo me quería ir después de lo de Kendra, pero tú y Ash insistieron en ir a la casa de Aidan.
—¿Tienes cuarenta, o diecisiete? ¡Ponte en mi lugar, me van a cancelar las tarjetas! —lloriqueo.
Nos sentamos en una mesa.
—¿Qué se hizo Ashley?
—Está con Brianna, poniéndose de acuerdo con lo de Biología; me digo que vendría en un momento —informo—. Es una lástima que no hayamos quedado juntos en el proyecto tú y yo. Hubiese sido perfecto.
Freddie se rasca la nuca.
—Sí, una lástima...
—¿Pero sabes qué?— mastico el último bocado de mi ensalada— Se me acaba de ocurrir una idea; le diré al profesor Marshall que quiero intercambiar parejas con Mary. Así tú quedas conmigo, y ella con el idiota de Drew.
—Eleanor, es más que obvio que no te va a hacer caso.
—¿Por qué?
—No va a cambiar a cambiar los equipos solo porque a ti no te gusta el tuyo.
—Sí lo quiero, lo tengo —aseguro—. Sabes que puedo ser muy insistente cuando algo se me mete entre ceja y ceja. Será pan comido, porque tú eres su favorito y cuento con tu apoyo.
—No cuentas con mi apoyo —dice al instante que termino de hablar.
Enarco una ceja.
—¿Cómo?
—No estoy de acuerdo con lo que quieres hacer, Elle.
—A ver, déjame ver si entendí bien, ¿acaso prefieres ponerte con otra antes que con tu novia?— le pregunto sin evitar sonar tan ofendida como lo estoy.
¿Dónde está Ashley cuando la necesito?
Freddie rueda los ojos, cosa que me hace molestar aún más.
—¡Por Dios! Eres una dramática, ¿de dónde sacas eso? No quiero que lo hagas porque la verdad, solo es otro estúpido capricho tuyo. Y aparte, me sentiría mal dejando a Mary en la boca del lobo.
Frunzo el ceño.
—¿La boca del lobo?—Me refiero a Andrew —explica—. El picaflor ese querrá conquistarla y no quiero, bueno, mejor dicho, me da lástima que le rompa el corazón.
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La Mala del Cuento [Editada]
Teen FictionLa vida de Eleanor es perfecta. Es popular en la escuela, sus padres tienen dinero, y está en una relación envidiable con un chico que parece sacado de un catálogo. Pero eso último se verá en peligro con la llegada de una misteriosa chica a su coleg...