Eran pequeñas y delicadas, femeninas pero Fuertes a la vez.
- Es que es un buen corte. ¿Cómo te lo hicistes? -
me preguntó intrigada.
- Me he caí en el patio.
- La verdad sí que has caído mal, ¿no?
Algo en su mirada me decía que no acababa de creerse lo que acababa
de contarle.
- Sí... no he empezado el día con buena suerte -contesté.
- Nunca mejor dicho -completó sonriendo.
Yo también sonreí ensimismada por aquella preciosa sonrisa que
desvelaba unos perfectos dientes blancos. Se acercó a mí para ponerme el punto y entonces algo extraño ocurrió. Me miró directamente a los ojos y hubo una rara conexión. Nos quedamos mirando unos segundos, y aunque tan sólo fueron segundos, es todo lo que bastó para que una extraña sensación se apoderase de mi corazón. Ella se dio cuenta e intentó disimular un poco, pero sus mejillas, unos tonos más rojizas, me hicieron ver que ella también lo había notado.
- Está listó. Ahora seguro que no te desangras,aparte de que vuelvas a tropezar, claro -y volvió a sonreír,
pero esta vez un poco más tímida.
- Muchas gracias. Espero que no te haya hecho llegar tarde.
Dejó el botiquín y volvió a agarrar sus cosas. Nos pusimos a caminar
hacia el pasillo para ir a las clases.
- No te preocupes. Tengo a los de segundo de bachillerato así que eran los últimos en entrar.
- ¿Qué bachillerato tienes? -le pregunte deseando con todas mis fuerzas que fuese mi tutora.
Como fuese mi tutora ya me daba algo seguro.
- Segundo A -me dijo
Tuve que reprimir un grito de felicidad. Estuve a punto de saltar y
todo.
- ¡Pues eres mi tutors! -le dije intentando que cada una de mis palabras sonaran de manera desinteresada, pero no funcionó.
Ya habíamos llegado a la puerta. Miré por una ventana del pasillo. Me sorprendió la oscuridad de fuera. Las nubes estaban justo encima nuestra, y parecía que no tardaría mucho en llover. Abrió la puerta, y el inicial alboroto fue mermando. Liara me lanzó una intensa mirada de odio cuando me vio entrar, pero pronto aquel odio pasó a segundo plano al darse cuenta de lo guapa que era la mujer que acababa de entrar en clase. La verdad es que no era la única que se había dado cuenta. Todos los chicos habían rápidamente sacado pecho, ya de por sí exagerados. Hasta las chicas se habían quedado impresionadas.

ESTÁS LEYENDO
Enamorada De Mi Profesora
Teen Fiction"Y encontré a alguien que me sacudió el alma,que era imposible y a la vez lo más posible que e tenido jamás. Agarre su mano,me abracé de sus besos,me empape de su tiempo ... Y quiero quedarme ahí aunque sea un rato,que sea de esos ratos que duran to...