c u a t r o

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El director básicamente me quería en su oficina para recordarme acerca del pago semestral del instituto y también para preguntarme acerca de mi madre, aunque sin duda fue más para preguntar acerca de mi madre, claramente el está interesado en ella...

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El director básicamente me quería en su oficina para recordarme acerca del pago semestral del instituto y también para preguntarme acerca de mi madre, aunque sin duda fue más para preguntar acerca de mi madre, claramente el está interesado en ella y no lo culpo, mi madre es guapa, sin embargo, fue incomodo ser bombardeada por preguntas personales acerca de ella.

El director preguntó tantas cosas sobre ella que me hizo perder la ultima clase del día, así que ahora solo me disponía a ir por mis cosas al aula y a dejar otras a mi casillero. Camine por el pasillo hasta llegar a mi casillero y al acercarme note una figura masculina recargada en el.

—Te estaba esperando.—Dijo el chico de rizos color chocolate sonriendo.
—Uhm, eso puedo notarlo, ¿por que me esperabas? —Dije un tanto confundida pasando un mechón de cabello detrás de mi oreja.
—Te acompañaré a casa. —Dijo el como si fuera lo más obvio del mundo.
—No entiendo, realmente no tienes porque, digo todos los días me voy sola y no ha...—Fui interrumpida por la mano de Timothée sobre mi boca.
—Tranquila vaquera, te acompañare y no es una pregunta. —Dijo con sorna mientras tomaba mi muñeca y me jalaba para caminar.

Resignada camine siguiéndolo hasta la salida. Ya nos encontrábamos caminando por la acera y debo decir que este silencio me abrumaba de forma seria y constantemente sentía su mirada sobre mi y mierda.

—¿Que sucedió el otro día? Quiero decir, uhm en el súper mercado.—Dije tímidamente, quería que este silencio se esfumará.
—Nada, no tiene importancia.—Respondió de forma tajante y aún con la vista al frente.
—Si que la tiene.—Respondí.
—No.
—Si.
—Que no, ahora mueve tu trasero y camina.
—Eres imposible.—Rodé los ojos.

Después de cortar de forma abrupta ese tema, comenzamos a hablar de otras cosas cualquiera, desde teorías conspirativas hasta nuestras bandas favoritas y esas cosas. Llegamos a mi casa y ambos nos quedamos frente a ella, viéndonos, uh esto es incómodo.

—Deja de verme, se que te encanto pero disimúlalo.—Dijo y una sonrisa burlona apareció en su cara.
—¡No te estoy viendo! Tu deja de verme. —Dije frunciendo el ceño.

El rodo los ojos y se acercó más a mi, me vio fijamente y después dejo un beso en mi mejilla.

—Adiós, un placer acompañarte.—Se fue guiñándome un ojo y yo me quede ahí parada.

Ivy ; TCDonde viven las historias. Descúbrelo ahora