𝐎𝐍𝐄 𝐒𝐇𝐎𝐓𝐒▪︎𝖳𝖾𝖾𝗇 𝖶𝗈𝗅𝖿

16. Theo Raeken

ADVERTENCIA: contenido no apto para menores de 18 años (pero ¿Quién sigue las advertencias, no?) Inspirada en una escena de Sr. y Sra. Smith.

Salí furiosa de la fiesta, mientras me dirigía a mi coche.

—Mia, quédate un rato más. —dijo una Lydia ebria.

—Prefiero volver, me mandas un mensaje cuando llegues a tu casa. —dije encendiendo el auto.

—Sipi. —balbuceó mientras hice chillar las ruedas.

(...)

Luego de unos minutos llegué a mi casa. Me metí al baño y mire al espejo.

—¡Maldito Raeken! —grité dándole un golpe al lavabo.

—¿Me llamabas?

Volteé y me encontré con el rey de Roma.

—Vete de mi casa, ahora. —amenace.

—¿Por qué? —preguntó un tanto confundido.

Yo me acerqué a él con una pequeña sonrisa y le propine un puñetazo en la nariz, para luego ver como se retorcia de dolor.

—¡¿Por qué diablos hiciste eso?! —gritó tapando su nariz.

—Te lo mereces. —sone segura, sabiendo en lo que me metería.

—¡¿Y por qué?!

—Por haberme engañado en la fiesta. —escupi pasando por su lado pero su brazo se enrollo en mi cintura.

—No te libraras tan fácil, Mia. —susurró en mi oido.

Pero ahí fue cuando hice mi cabeza para atrás, dándole un fuerte golpe en la cara, otra vez.

Corrí hasta el arsenal que había en mi casa y tomé una escopeta, pero cuando la estaba por cargar, siento unas manos en mi cintura tirandome contra una pared.

—Para que quede claro, —apoyó sus manos contra la pared y me dio una patada en el abdomen, haciéndome retorcer de dolor —yo nunca —volvió a golpearme —te podría —otro golpe más —engañar.

Aproveché que paró y lo golpeé en su parte baja, haciéndolo caer, entonces hice lo mismo que él.

—Yo —le di una patada justo donde el lo había hecho —te vi —golpe —con — otro golpe —Camila —y otro más — Greenwood. Sabes que la odio.

Y volví con la escopeta, pero antes de hacerlo le di otra patada.
Saqué un revólver, una metralleta y la escopeta, y una que otra granada.

Balas comenzaron a llover en la casa, parecía que había estallado una guerra civil entre él y yo.

Corrí al segundo piso y me escondí en mi habitación. Cargué el revólver y esperé a que venga a mi. Escuché como subía las escaleras y me preparé pero en cuanto se abrió la puerta solo vi una bomba de humo rodar.

—¡Oh mierda! —corrí al armario a tiempo, fue cuando escuché la explosión y un montón de disparos.

Esperé un momento a salir, pero cuando abrí la puerta vi a Theo enfrente de mi, entonces disparé a su hombro, tirandolo al suelo.