𝐎𝐍𝐄 𝐒𝐇𝐎𝐓𝐒▪︎𝖳𝖾𝖾𝗇 𝖶𝗈𝗅𝖿

19. Stiles Stilinski.

Un bostezo salió de mi boca, el cual tapé para que el entrenador no me descubra. Su clase de economía estaba siendo realmente aburrida hoy, pero mi paciencia fue colmada cuando una bola de papel dio contra mi cara y terminó en mi mesa. Fruncí el entrecejo confundida, miré alrededor del aula y encontré a Stiles mirándome con una sonrisa de oreja a oreja y con sus pulgares levantados.

Quité mi mirada de él y la dirige a él bollo de papel, lo tomé y lo abrí, leyendo lo que estaba escrito.

Hoy mi padre llevará a casa evidencia de la familia Tate para poder ayudar a Malia.
Tu vendrás.

Stiles.

Volví mi mirada al chico de lunares, el cual asentía aún con la sonrisa en su cara.
Negué automáticamente mientras que el hacia suplicas y ponía caras de perrito.
Rodé los ojos y pasé mis manos por la cara, lo miré una última vez mientras él esperaba una respuesta, por lo que asentí, cansada por la insistencia.

Stiles festejó haciendo un enorme ruido, lo cual todos lo miraron incluido el entrenador, por ende se calmó al instante. Pero cerró su puño y lo agitó cuando todos volvieron a lo suyo.
Cubrí mi cara con mis manos riendo bajo para que no me escucharan.

Vaya tarde la de hoy.

(...)

Subí de un salto el último escalón del porche de los Stilinski y toqué la puerta.

Esperé un momento y rápidamente la puerta fue abierta por un Stiles agitado, me tomó de la muñeca sin que lo pueda saludar como se debe y me adentró en la casa de un tirón. Me arrastró por las escaleras hasta llegar a la oficina del sheriff.

—¡Stiles, que demo...!

—¡Shhh! —miró a su alrededor hasta que se detuvo en una puerta. Volvió a tirar de mi muñeca, haciéndome correr hasta esa puerta.

La abrió y pude descubrir que era un armario con muchos papeles en el. Escuché la cadena del sanitario y Stiles alarmado me empujó dentro del armario junto con él, cerrando la puerta detrás.
Pero creo que fue peor, ya que el armario era tan pequeño que Stiles y yo estábamos a centímetros. Lo miré directamente a los ojos y creo que me perdí por un momento.
Y no era la primera vez que pasaba esto.

Hace unos días Stiles se estaba comportando de forma extraña. Cuando charlaba con él, se me quedaba viendo todo el rato y si no eran mis ojos, eran mis labios. Siempre era gracioso conmigo o me protegía en cuanto asuntos sobrenaturales. Y debo decir que me gustaba.
No me malinterpreten, conozco a Stiles desde niños y siempre hemos sido el trío dinámico junto con Scott, solo que ahora de adolescentes siento que Stiles esta mucho más... ¿atractivo? No lo sé. Es extraño.

El pulgar de mi amigo se posó en mis labios sacandome de mis pensamientos.
Me asusté, alejandome por un momento ya que lo había hecho de la nada pero al instante me acerqué nuevamente, me había gustado su tacto.
Su dedo se paseó por mi labio inferior sin dejar de mirarlo con deseo, hasta que por inercia tal vez, él se mordió el labio.
Me miró a los ojos, absorbiendome en ellos, hermosos y puros ojos café.
Sentía que quería mi consentimiento, por lo que asentí hipnotizada.

Entonces se fue acercando poco a poco hacia mi, hasta que sus labios rozaron los míos. Cerré mis ojos esperando por lo que sea que fuera a pasar.