Falling in love again

Enamorado de ella.

Mes 4.

El mes número cuatro había comenzado, Adele ahora tenía una rutina muy diferente a la que tenía cuando empezó. Había estado usando la caminadora todos los días y también a hacer ejercicio para todo su cuerpo, no sólo su pierna. Algo que a Simon le daba orgullo.

-Vamos bien Delly- dijo él cuando la vio comenzar a trotar. Ella sólo le sonrió. Él  comenzó a correr también en la caminadora restante.

-Me siento muy bien a decir verdad-

-Me alegra que te sientas así. Ahora tu pierna sabe que tiene que comenzar a hacer cambios y es bueno que estés trotando-

-Bueno, debo hacer más ejercicio-

-Que sea por tu salud es más productivo-

-Lo es- ella volvió a trotar.

Simon estaba algo intranquilo, sabía que el tiempo se agotaba y no había hablado de el amor con ella, no le había confesado su amor. Y ella se comportaba más distante que nunca, parecía que le alegraba por fin después de mucho tiempo librarse de él.

Adele había organizado una reunión en su casa con Laura, Victoria y Daniel. Claro, Simon estaba invitado.

Victoria fue la primera en decir que sí, ella fue la que le propuso llevarla a su casa, pues Simon no había accedido a ir. Y se lo dejó muy claro a ambas.

-Simon, no te comportes así- Victoria entró al gimnasio, pues comúnmente cuando él se molestaba, recargaba ese sentimiento ejercitandose.

-¿Qué hay que celebrar?- preguntó dejando la pesa de lado.

-Adele está feliz Simon, ¿Por qué la tratas así?-

-No me comporté mal con ella, no le grité ni la golpee ¿O sí?-

-No se trata de eso. Fue muy claro tu "Estaré ocupado"-

-¿Qué quieres de mí Victoria?-

-Que le digas a Adele que la amas-

-¿Tú que sabes de eso?-

-La etiqueta. Es su perfil, no soy tonta, aparte... No has visto tu cara cada que ella habla-

-Victoria-

-Dile lo que sientes, arriesgate-

-Ella es muy diferente a mí. Ella es mundo, es artista, es conocida por muchos y yo... Bueno sólo hago vinos, lejos de aquí, alejada de todos los que ella quiere. ¿Te das cuenta?-

-Tú sólo pones peros-

-Ya vete Victoria-

-No quieres ver a Adele, se ha arreglado hermosísima- dijo ella saliendo de su estudio con una sonrisa enorme.
Simon sintió las ganas de siempre, de verla, de enamorarse de nuevo de ella.

Salió de su estudio también, encontrándose a Victoria esperando a Adele a la orilla de las escaleras.
Pronto la vio bajando, ahora con más agilidad. Llevaba el cabello suelto, con poco maquillaje y un vestido que le llegaba a las rodillas. Lucía hermosa.

-Ambas están hermosas- dijo Simon mirándolas. Victoria agradeció.

-¿Seguro no vienes?- preguntó Adele con sutileza. Él negó de inmediato.
-Bien-

Se dio la vuelta y salió de la casa, Simon sólo bajó la mirada.

-Idiota- dijo su hermana pequeña para después salir.

Él se quedó ahí, viendo los asuntos de la Hacienda, los viñedos cada foto nueva tenían un color aún más fuerte, y se alegró por eso.
Estaba desesperado por ir a la casa de la rubia.