A vainilla.

707 44 19
                                    

Simon se levantó antes que ella, disfrutaba verla dormir, y más ahora que sabía que la vería por el resto de su vida.
Aún era temprano, pero no quería esperar más, así que fue a su despacho y reservó un par de boletos a Londres. Avisar lo antes posible a sus familiares y amigos.

-Buenos días, Simoncillo- dijo Lea entrando a la cocina. Simon dejó el pedazo de pan que traía en manos.

-Buenos días, Lea- habló con la boca llena.

-¿Y bien?- preguntó con curiosidad. Simon le sonrió.

-Ho intenzione di sposare la donna più meravigliosa del mondo-

-¡Felicidades!- dijo Lea abrazandolo.

-Iremos hoy mismo a Londres a hablarlo con nuestras familias-

-Oh Simon, estoy muy feliz de que por fin encontraste una mujer que sabe valorarte-

Adele se levantó y le sorprendió no ver a Simon, se puso una bata y salió a buscarlo. Iba a entrar a la cocina, cuando escuchó a Simon hablando con Lea.

-No, ella me encontró a mí. Ella ha venido para hacerme mejor persona, para saber que el destino es bueno. Yo siempre me había sentido incompleto, incluso cuando estaba con Ellen, algo me faltaba y no sabía que era. Entonces llegó Adele, con esa sonrisa Lea, su bendita sonrisa- decía Simon con tanto amor en sus palabras, Lea sonrió y se acercó a él.
Adele escuchaba también, sonrió.
-Ahora con su amor, no me falta nada Lea, te lo juro. Me he convertido en un romántico empedernido. Ahora está a punto de ser mi esposa- Adele miró su mano izquierda, recordando como se lo había pedido. -La hubieras visto aquel día en el aeropuerto, cuando me dijo "Te amo", te juro que no podía creerlo. Ella, tan inalcanzable, amandome a mí... No puedo creer que casi la dejo ir, jamás me lo hubiera perdonado-

-Ay Simoncillo, jamás te había escuchado hablar así. Ella es una mujer llena de amor, de paciencia, de alegría, tú y ella serán muy felices, formarán una gran familia-
Lea volvió a sonreír.

-Tú jamás te equivocas-

-No creas Simoncillo, este don... a veces no quisiera tenerlo-

-Lea, no pasa nada- Simon le sonrió. Y se sirvió un vaso de jugo. Lea sólo asintió.

Tenía razón, esa mujer tenía un poder, sí se podía llamar así, Lea era capaz de "ver" el futuro; en ciertas ocasiones. Había previsto a Simon feliz, después de tanta tragedia, ahora lo era. Y sí, veía a ambos felices.

-Buenos días- Adele entró, Simon se levantó de la silla y fue a saludar a su prometida.

-Buenos días, amor- le dio un beso en los labios, Adele después de tantas palabras bonitas, no pudo contenerse a besarlo, dejó sus labios sobre los de él por un rato.

-Buenos días, señorita- dijo Lea, le sirvió a Adele y comenzaron el desayuno.

-Oh Adele, me tomé el atrevimiento de reservar un par de boletos para ir a Londres-

-Está perfecto, Simon-

-El vuelo es a las 4:00-

-Bien, estaremos puntuales-

Después de unas horas, ambos fueron a su vuelo. Habían abordado minutos antes, era la emoción de dar esa noticia. Ambos esperaban que no cuestionaran el porqué y que estuvieran felices por ellos.

-Le he texteado a Laura para que lleve a mamá a casa de tu madre ¿Está bien?-

-Perfecto, entonces déjame llamarle a Daniel y a Victoria, así pueden llegar ellos a casa de mi madre-

Falling in love again Donde viven las historias. Descúbrelo ahora