Corona de Vergel |H.S|

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Pequeña naciente.

La Reina Helena había dado a luz a su primer hija. Una pequeña rosada con ojos que recordaban a la tierra mojada después de una lluvia calmada, tierna y hermosa.  Prometida a muchos destinos.
Fue la primera de cuatro hermanos más, todos varones. Cuatro hermanos que no tendrían una nación, a menos de una alianza. Injusto, no lo era.

Había nacido la heredera de México.

Una nación que después de su Unión con Estados Unidos hace más de 130 años años había crecido potencialmente, con la Unión con Estados Unidos se le dio la oportunidad de aumentar en toda la riqueza posible independientemente, con la condición de siempre ser aliado de Estados Unidos. El mundo había cambiado demasiado, la armonía disfrazada, la tecnología y los nuevos descubrimientos estaban dando de que hablar.

Elizabeth Onofre creció paso a paso, invierno por primavera y de lección a lección, ni había duda de que creció muy bien dotada de todo tipo de conocimiento y belleza. El Rey Santiago y la Reina Helena habían hecho que creciera con madurez, en pocos lujos y con una mano dura que en ciertos casos accedía a sobrepasar los límites. Habían criado una heredera correcta.
Con tan sólo 22 años cumplidos, Elizabeth había terminado su carrera en Derecho, necesaria si en un futuro pensaba gobernar una nación. Aprendió tres idiomas: Francés, Ingles y Alemán. Y tenía conocimientos de Robótica y economía.  No lo excepcional pero tenía lo suficiente para avanzar al paso de los demás. 

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E.U

Cuando el principe Harry Styles nació se le prometió a la princesa Elizabeth, a pesar de él ser mayor por un año, sus padres, El Rey David y la Reina Rosell habían elegido a Elizabeth por la Unión y trato que tenían con México, era su segunda opción. 
El principe creció entre todo lo que un principe deseaba. 

Gran vida al príncipe, gran arrogancia al príncipe, gran belleza al principe, gran egoísmo al principe, gran mentira al principe, gran despotismo al principe, gran problema que es el heredero.