D r i n k.

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Jimin pasó saliva al alzar la mirada bajo un enorme edificio con fachada de cristal, daba a entender a gritos lo lujoso que era. Su mano ocupada por la bolsa llena de alcohol del supermercado por donde antes había pasado casi caía al suelo de la impresión. 

Era más sorprendente de lo que recordaba.

Terminó por subir los escasos escalones que dirigían a la entrada y esperó unos minutos frente a las puertas por el resto de los miembros del club invitados, especialmente a Jeongyeon, su motivo por el cual iba a la fiesta.
Sin embargo la paciencia de Jimin era escasa al igual que su suerte, no había otra opción más que entrar primero ya que había olvidado su celular como para realizar una llamada a sus amigos preguntado por ellos.

Terminó por acercarse al intercomunicador y comenzar a buscar el piso donde vivía Taehyung. Aunque claramente resultó sencillo, sólo debía ir al timbre del último piso entre la gran lista de departamentos.

–¡¿Jimin hyung?!– Fue cuestión de segundos para que el otro lado respondiera Taehyung. –¿Qué sucede? Llegaste muy temprano...–

–¿Eh?– Jimin revisó su reloj en su muñeca, éste marcaba las 11 en punto. Había llegado antes, como mucho unos 15 minutos antes de lo planeado, sin embargo perdió el tiempo de sobra que tenía al haber esperado a los demás miembros. –Llegar a la hora acordada no es llegar temprano–.

–¿Cómo puede ser eso? La fiesta empieza a las 5– El cielo comenzaba a retumbar a las espaldas de Jimin quien seguía enfocado en la cámara del intercomunicador por donde seguramente Taehyung le veía.

–Sí, ¿Y? Ya son las 11–.

–Creo que no escuchaste bien de nuevo, no es a las 11... Se supone que empieza a las 5–. El silencio reinó después de la aclaración de Taehyung.

–En ese caso volveré más tarde– Sentenció para emprender su huida de aquella vergüenza que le invadió.

–¡No! Por favor, pasa. Ya he terminado con la limpieza– La voz del menor resultó más rápida que Jimin al saber lo difícil que resultaba convencer al antes nombrado, él no aceptaría a menos de que ocurriera un milagro o tal vez estuviera de buen humor.

–Ése no es el problema aquí...–.

Antes de que pudiera continuar con alguna excusa barata, un fuerte estruendo sobresaltó a Jimin. Lo siguiente que notó fue como una fuerte lluvia caía en todos lados a su al rededor sin cesar, sentía un alivio que el edificio contara con un pequeño techado sobre el intercomunicador y la entrada pero por otra parte, le dejó sin alguna opción de huir.

–Iré a abrirte, espera un poco– Fue lo último que logró escuchar a través del intercomunicador antes de ser colgado. Después de todo ya no podía negarse.

Bastaron unos cuantos minutos para que ambos ya se encontraran dentro del edificio en dirección al departamento de Taehyung. Jimin no paraba de ver al rededor desde el acceso, la recepción hasta los pasillos e inclusive el elevador.
Lo más impresionante fue lo monstruosamente grande que era el departamento, tal vez muchos esperaban algo así debido a lo lujoso que era edificio pero en realidad había rebasado por completo la imagen que Jimin se había creado antes de entrar.

Limpiarlo debe de ser un dolor de trasero.

–¿Te gustaría un poco de té? O tal vez la cerveza que trajiste, veo que te tocó comprarla– Taehyung sacó a Jimin de sus pensamientos dejando una jarra y varios vasos en la pequeña mesa de la sala.

–Ah, cierto. Estoy bien con la cerveza ¿Qué hay de ti?–.

–Yo beberé cuando los demás venga, guardaré el resto de cervezas en el refrigerador– Dicho esto se dirigió a la cocina con pasos bastante robotizados. Al regresar, Taehyung tambaleó un poco antes de sentarse en el mismo sillón que el mayor de ambos. Fue como si hubiera cambiado de opinión repentinamente y optó por mantener la distancia entre ambos.

Soulmate✄Vmin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora