El andar apresurado de Jimin era lo único que provocaba un ligero eco en las abandonadas calles tras haber bajado del primer autobús que se cruzó por su camino luego de salir de la cafetería. Por un instante la culpa le invadió por haber dejado a SeokJin tan inesperadamente pero de la misma forma en la que apareció ese pensamiento, se desvaneció siendo opacado completamente por Taehyung.
Abarcaba sin piedad su cabeza pero pese a eso, parecía que sus pensamientos corrían en círculos, no llegaban a algún punto. Ni siquiera para darle alguna idea de qué decir cuando finalmente esté frente a Taehyung. Inclusive tuvo demasiada suerte de no haber confundido los caminos por estar perdido en su mundo en lugar de observar donde andaba.
Cuando menos lo deseó, la enorme presencia del lujoso edificio se mostró ante Jimin. Luego de meditarlo unos eternos segundos y maldecir un par de ocasiones, sacó su celular mandando un corto y simple mensaje al contrario avisando que se encontraba fuera de su hogar. Suponiendo de que no era necesario esperar una respuesta de su parte, regresó el aparato a su lugar y se sentó en un banco cercano que adornaba las pequeñas áreas verdes de la propiedad.
¿Cómo debería empezar? Esa pregunta torturaba a Jimin.
Sería extraño saludarlo cotidianamente como si no hubiera pasado nada, ¡Ni siquiera podría parecer una visita normal! Fácilmente eran pasadas las 12 de la noche, además que habían sido semanas desde la última vez en la que ambos cruzaron miradas.
¿Debería contarle sobre el hilo y también todo lo que sucedió? Jimin negó de inmediato ante esa idea. En definitiva no podría aparecer de la nada para hablar de una leyenda conocida por todos que justificaría su rechazo. Cabía la posibilidad de que Taehyung lo tomara como una broma de mal gusto. Y claro, aún había un pequeño detalle: Ni siquiera Jimin había logrado comprender el verdadero propósito del hilo por completo. Definitivamente fue descartada esa idea.
Simplemente terminó ocultando su rostro en sus manos. Jamás esperó que fuera tan difícil.
Hasta éste punto lo tenía todo claro, Taehyung realmente le gusta pero de cierta manera admitirlo parecía tan aterrador. Nunca llegó a pensar que enamorarse sería tan complicado, la única palabra que encontraba para describirlo bajo su perspectiva era 'abrumador' y cada vez que pensaba más a detalle se percataba de tantas cosas que pasó por alto desde el primer día en el que lo conoció. Taehyung... Él en verdad comenzó a parecerle alguien increíble al ser capaz de decir lo que siente tan abiertamente, derrochando seguridad en sus palabras.
Muy diferente a Jimin.
–¡Jimin hyung...!–
Una voz le regresó al mundo de un sólo golpe y en el momento que su vista identifico de donde provenía, el pulso de Jimin salió disparado. Podría jurar que por un momento sintió olvidar el cómo hablar únicamente por los nervios que le recorrían desde la punta de los pies hasta su cabeza cuando Taehyung se detuvo frente a él después de haber corrido desde la salida del edificio hasta donde se encontraba. Su respiración agitada le hizo imaginar que tal vez había bajado de la misma manera desde su departamento, probablemente ignorando la existencia del elevador.
–¿Qué sucede? ¿Te sucedió algo? ¿Qué es de lo que querías hablar, hyung?–
Jimin abrió ligeramente la boca sin lograr formar alguna palabra en respuesta a su preocupación. Vamos, ni siquiera algún sonido lograba salir de esta y eso le resultaba tan frustrante.
–Me gustas–
El silencio gobernó cuando finalmente había vencido al nudo formado en su garganta y se confesó sin tacto alguno.
Los segundos pasaban y Jimin aún no podía descifrar la expresión de Taehyung porque simplemente la adrenalina del momento no le permitía pensar más allá de lo que acababa de decir y lo único que quería era una respuesta. En un instante fue como si el tiempo se hubiera detenido y ahora no tenía ni la menor idea del cómo continuar, tal como estaba en un principio.
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Soulmate✄Vmin.
FanfictionCuenta una leyenda oriental que las personas destinadas a conocerse están conectadas por un hilo rojo. Este hilo nunca aparece a la simple vista de las personas comunes sin embargo permanece atado a sus dedos meñique. No importa lo que tardes en con...