Ｓｏｕｌｍａｔｅ✄Ｖｍｉｎ.

E p i l o g u e.

La noche anterior junto al amanecer que pasaron ambos juntos terminó resultado más breve de lo que tenían planeado, tanto para Taehyung como para Jimin. Casi les pareció un momento fugaz a pesar de que en realidad fueron horas en las que estuvieron haciéndose compañía en el departamento, probablemente fue gracias a la adrenalina que causaron sus sentimientos y, tal vez, otra cosa más. 

A pesar de que el menor de ambos hubiera hecho lo que fuera para que el día anterior durara para siempre, inclusive si eso implicaba saltarse un día entero de clases, ambos sabían que debían de regresar a su típica vida de un estudiante universitario. 

Por supuesto, con unos cuantos cambios que sólo ellos dos podían notar.

Los repentinos encuentros entre los pasillos de la universidad habían vuelto como si nunca se hubieran ido, Taehyung trataba de que estos fueran lo más extensos posibles llegando en repetidas ocasiones tarde a sus clases al perder la noción del tiempo. Por su parte Jimin disfrutaba de su compañía tratando de no ponerse tanto en evidencia como el contrario lo hacía, sin embargo, era imposible no darse cuenta que algo cambió cuando en ocasiones era él quien recorría los pasillos en busca de Taehyung. Además que Jimin ponía esfuerzo en dejar de ser tan testarudo, las pocas veces en las que se llegaba a quejar era cuando Taehyung aprovechaba cada instante donde nadie estaba cerca e intentaba robarle un "pequeño" beso. Tal vez necesitaríamos comillas más grandes para la palabra pequeño. Pero, como era de esperarse, falló en cada movimiento que realizaba y al final de cuentas, tuvo que conformarse con un par de abrazos de Jimin, quien no se permitió quedarse de brazos cruzados tras ver su expresión de cachorro frustrado. 

En ocasiones simplemente ambos hablaban adentrándose  en su propio mundo hasta que alguien les rompiera la burbuja interrumpiendo.

Jimin se percataba de cada pequeño detalle permitiéndose conocer poco a poco el cómo se sentía estar cayendo enamorado por alguien. Y, aunque no podía negar que esos cambios le llegaban a sentir ansioso en ocasiones, le comenzaba a agradar. Más cuando su mirada caía hasta su mano y viajaba por el hilo hasta encontrarse con la mano de Taehyung. Sus meñiques unidos. Ese detalle que sólo él podía apreciar, muchas veces de sólo recordarlo su pecho se llenaba de calidez. Como si fuera una presión en éste sin embargo no llegaba a ser asfixiante sino que era similar a cuando Taehyung le abrazaba.

Jimin sonrió débilmente ante aquella comparación. Las clases en la universidad habían terminado y pronto debía volver a casa pero pese a eso, no tomó prisas como antes acostumbraba. Ignoró por unos instantes la pequeña vocesita en su cabeza que le pedía ir en busca de Taehyung ya que tenía otros planes antes de hacerlo.

Sacó su celular de la mochila y de inmediato busco el contacto de SeokJin que había olvidado borrar luego de sus servicios. 

Durante el transcurso del día y tras las incontables veces en las que su mirada se perdía en aquel hilo rojo que le unía a Taehyung, la idea de que tal vez el mayor respondiera sus preguntas se cruzó por su mente y hasta ahora había logrado desocuparse para hacer la llamada. 

–¿...? ¿Jimin...?–

–¡OYE! ¡JIN HYUNG, EL HILO! ¡SE VOLVIÓ A UNIR! ¿¡POR QUÉ?!– Por más que quiso permanecer en calma, simplemente no lo logró. Lo que no se esperaba era que al conectarse la llamada, la persona que respondió apenas se había despertado.

–Ah... En serio. Acabo de despertar, mocoso ¿Crees que podrías bajar un poco la voz?–  La voz del mayor podría compararse con el gruñido de un zombie.

–A-ah... Perdón, no me di cuenta de la hora Jin hyung–

–Descuida, está bien. Son pasadas del medio día... Creo– Jimin logró escuchar un par de murmullos más y quejas durante unos segundos más.  –Está bien... Un poquito más tal vez... No. ¡ Ya estoy despierto!, ya... ¿Qué decías?–