Yukina... ¿se va?

Valiente

Por Yukina

Poco tiempo más pasó, Kisa-san ya estaba de vuelta, no de vuelta con sus padres, sino de vuelta en su departamento, el cual ya había sido adaptado con muchas cosas básicas para Yuuko, incluida su habitación, la que aniki se encargó de arreglar, a mi parecer era hermosa, para Kisa-san era un poco exagerado pero para mi nena era perfecta y nada seria absolutamente suficiente.

Ren visitaba a Kisa-san en todos sus tiempos libres, con la excusa de observar tanto su mejoría como la salud de Yuuko, al principio las visitas desconcertaban a Kisa-san pero poco a poco lo fue aceptando y mantenían charlas... Interesantes, algunas demasiado intelectuales hasta pasar a lo común y, se divertían juntos.

Con el tiempo sus visitas eran más frecuentes y normales, mi pecho dolía cada vez que Ren se iba, porque veía el rostro de mi amado entristecer un poco, sintiéndose en compañía de Yuuko pero sintiéndose solo por dentro, cada día, era así, pero cuando él llegaba, el rostro de Kisa-san se iluminaba, hasta hubo momentos en que corría a su habitación a arreglarse un poco antes de abrir la puerta para recibirlo. De vez en cuando Ren traía algún obsequio para Kisa-san o para Yuuko, y Kisa-san era más feliz cuando el obsequio era para Yuuko, pues veía como ese hombre, ese desconocido amaba a mi hija y le dedicaba tiempo y la mimaba y le hablaba y con ella jugaba, incluso le cantaba, y Yuuko... Siempre respondía alegre ante aquella voz, la escena era siempre enternecedora y yo... Yo solo sentía celos de no poder hacer lo que él hacia.
.
.
.
.
.
Un día aniki se enteró de las visitas del médico y entró en shock ante la posibilidad de perder a su querido hermano, discutieron un rato que pareció ser eterno, aniki le pedía a Kisa-san alejarse de Ren, Shouta-san insistía en que aniki era ridículo y exagerado, que Ren no le haría daño, los dos estaban reacios a ceder, pero si aniki quería seguir al lado de Kisa-san tenía que aceptarlo, y aceptó.

Ya debía ir al trabajo, aniki iba de salida, se encontró con Ren en el genkan, la visita hacia su hermano no era muy de su agrado, pues temía que Shouta-san saliera lastimado nuevamente y él quería evitar aquello a toda costa, pues a pesar de todo seguía desconfiando del médico y sus intenciones.

-si lastimas a mi hermano te haré pagar muy caro

- ...me cortaría los brazos antes de levantarle la mano y me cortaría la lengua antes de decirle algo hiriente...

-él tiene una hija ahora

-y será nuestra hija, porque yo la amo como tal, aunque él llegara a no aceptarme en su vida eso no cambiara nada para mí, él y Yuuko ya son parte importante de mi vida, no podría continuar adelante sin ellos, y ellos están cómodos conmigo, no he forzado nada... Si al final Shouta no me acepta, al menos quiero seguir a su lado como un amigo.

-...es difícil el cuidar a un hijo y lo es más si sientes que es una carga, puesto que no es tu hija

-puede no ser mi hija biológica pero, no hay nadie que pueda amarla más que yo, que quiero cuidarla, protegerla, amarla y estar ahí para ella cuando me necesite, no hay forma de que crea que es una carga, hay muchas cosas que hacen de un hombre un padre y el simple hecho de engendrarla no es suficiente ni te hace uno.

-algún día te cansarás de cuidar de alguien que no te pertenece al 100%

-solo ella puede decidir si mis esfuerzos son en vano.

-¿Qué harás si un día él regresa y descubres que Shouta le sigue amando?

-yo le seguiré amando por sobre todo, y respetaré cualquier decisión que él tome. Sólo Shouta puede decidir si su felicidad es conmigo o con él... Ni tú ni yo... Sólo él.

Aniki salió de casa serio, pero ya no parecía molesto, se veía satisfecho y Ren dejando su chaqueta a un lado entró a la casa, como era su costumbre saludó a Kisa-san y luego fue a ver a Yuuko.